Fotomatón

La fotografía electoral se hace mañana y, a partir del lunes, los políticos sólo tienen que enmarcarla

Dediqué un artículo del tiempo ordinario (cuando no estábamos en campaña electoral) a la afición de Juanma Moreno por fotografiarse y compartir de cuatro en cuatro sus instantáneas en las redes sociales. El de los retratos es un tema que le apasiona.

Así que no me extraña que haya disparado el flash de su metáfora. Después de las elecciones, afirma, se presentará a la investidura sin negociar con nadie, que eso es muy poco fotogénico, y dejará "que cada cual se retrate" con su voto. "Después de mí el diluvio", decía el Rey Sol. "Después de mí, el retrato", dice ahora Juanma, que es un sol, un hombre amable, que sonríe siempre para la foto del momento. Pa-ta-ta. Hasta ahí llega su antisocialismo. Según Alfonso Guerra, el que se movía no salía en la foto. Según Juanma, el que no le siga, no sale en la foto.

Así, le va a salir movida. Primero, porque el sentido del voto de cada partido ya lo han retratado (un selfie) los candidatos. Juan Marín ha dicho que quiere votar sí a Juanma siempre, en cualquier caso. Espadas, Nieto y Rodríguez: no, no y no. Y Macarena Olona que votará sí si Vox entra en el gobierno y no si no. Un retrato muy enfocado, éste último, sin que ni siquiera los bordes aparezcan difuminados.

Los únicos que quedan por retratarse son los andaluces, y lo harán mañana en el fotomatón de los colegios electorales. Hasta la imagen de la cabina, con su cortinilla y todo se le parece. Hoy es el día en el que tenemos que reflexionar con quién nos retratamos. Y, uno, dos, tres, mañana sale el pajarito de la papeleta que se mete en la urna.

Juanma Moreno, con un seis y con cuatro, quisiera pintarnos la cara de nuestro retrato; pero es más bien un retoque con Photoshop a los retratos previos de los partidos y al retrato (salga el que salga) que nos hagamos. La democracia es más fácil.

Mi consejo es que, a partir del día 9 por la noche, cuando acabe el photocall del recuento, los políticos se limiten a enmarcar la fotografía resultante, porque la voluntad de las urnas es la fotografía definitiva. El momento de retratarse, con vacas, con niños, saludando, sonriendo, en los carteles, en las entrevistas de los periódicos y donde sea, está a punto de llegar a su fin, uf. Si alguien quiere seguir posando no tendrá más remedio que llevarnos a nuevas elecciones. Pero hay que andarse con cuidado porque no a todos nos gusta retratarnos tanto. Con una fotografía fiel ya nos vale.

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