Ojalá que en la liga BBVA se pudiera hacer como en la Fórmula 1, donde llega Bernie Ecclestone y dice que el Gran Premio de Inglaterra (por ejemplo) se cae del calendario para el año que viene. A ver si el amigo Bernie se mete en fútbol y quita del calendario cadista el partido de El Molinón. Meter 6 goles en dos partidos, que te metan 9 y además con el ensayo general de Los Bordes del Área no se ve todo los días, vale, pero Gijón Nunca Mais.

Ya no nos queda otra que ponernos a pensar en lo que nos llega hoy a Carranza. Un equipo como el Racing de Ferrol que, sin llegarle el agua al cuello, también necesita los puntos tanto como nosotros para salir de ahí abajo. Para el Cádiz este partido es trascendental. No es a vida o muerte, pero teniendo en cuenta el calendario que nos viene, y que en los partidos de fuera ganamos menos veces que los conejos en las cacerías, más nos vale amarrar los partidos de casa y orar a San Tillana (patrón de los goleadores) para que la pelotita entre de vez en cuando en terreno ajeno. Esta temporada me está resultado como el deshoje de una margarita. Unos días veo opciones de todo y otro me querría cortar las venas con la revista oficial del Cádiz. De todas formas la clasificación se empeña en decirnos que a poco que uno se quite la caraja y encarrile dos victorias consecutivas se colocará a tiro de piedra de los tres de arriba. Así que a echarle moral al asunto y a pensar en milagros otra temporada más. La directiva del Cádiz debería plantearse seriamente cambiar el himno del Maestro Escobar por la canción MILAGRO, de Javier Calamaro. Creo que nos va más como filosofía de club.

En una cosa estoy de acuerdo con Antonio Calderón; el trabajo no puede valorarse en función de la clasificación. Pongo un ejemplo. Cuando se planifica y confecciona una plantilla hay dos opciones: o creemos que es una buena plantilla para aspirar a todo o pensamos que con esto no vamos a ningún lado. Lo que no vale nada es decantarse por una de las dos opciones y cambiar luego de opinión según transcurra la liga. De ese veletismo abusa afición y prensa demasiado a menudo y con el trabajo de los profesionales pasa igual. Si miramos el resultado a mí me puede salir un cuplé genial en mitad de una borrachera muy gorda y si miramos el trabajo me puedo tirar 26 horas delante de un ordenador y no salirme nada. Eso es así.

Volviendo al rival, debo decir que pude aficionarme al Racing de Ferrol. Me hubiera tocado hacer la mili allí. Digo "me hubiera" porque me libré. Estudiaba F.P. y por mi flojera innata repetí un curso. Un colega mío, nacido en día, mes y año igual que yo se mamó una buena mili en El Ferrol, por Marina. Yo, como tuve que repetir, pedí prorroga y al quitarla me libré en el siguiente sorteo. Fue la única vez que me sentí autorizado para decirle a mi padre: "¿Lo ves como no se puede estudiar tanto?".

Por suerte sigo siendo del Cádiz y espero y deseo que hoy le ganemos a los de esa ciudad donde debí hacer la mili. Espero que no vengan con la sensación de que Cádiz le debe algo.