Fase de cansancio

Esta fase, si se prolonga mucho, se va a llegar a votar con las justitas fuerzas¿Es de lo que se trataba?

No he visto yo ese entusiasmo de otras veces, más bien una cierta indolencia, algún fatalismo. ¿Tú no? Tiene que ver con la saturación de mensajes, digo yo. Y lo mal que se llevan todos, que algunos ni se llevan. Y el juicio a los políticos catalanes presos, con los lugares comunes y no comunes, los restos de la verdad que acabará siendo una verdad judicial porque otra no va a ser posible. Y que todo suma para la construcción de la inquietud. Dicen que las mejores democracias son las aburridas, con su ejemplo del lechero que llama a tu puerta muy temprano, porque no puede ser otro. El relato idílico de la libertad y la felicidad políticas. Con brumas y una extensa campiña verde donde se habla inglés, naturalmente británico. Pero es que ahora todo está delante de nuestros ojos. Y en los oídos. Es un run run inagotable, infinito. Por eso veo la fase de cansancio, el momento mejor hablamos de otra cosa. Y no es sólo por la saturación de mensajes, la extenuación de puntos de vista, el numantinismo político. Es el embrollo que se ha construido y en el que todos han metido sus manos. ¿Es la razón por la que Valencia se va a meter en la urna nacional? Para muchos domingos de votar no veo yo a la gente, ojalá me equivoque, ¿o no?

Viene esta fase de cansancio que no recoge el manual Tezanos de cocina rápida, si se prolonga mucho se va a llegar a votar con las justitas fuerzas. ¿Es de lo que se trata? Muchos llevan un año esperando que salga La Borriquita, o La Pollinica, me da lo mismo. Y el primer palio de la Semana Santa. Todo esto de ahora como que no. E inmediatamente la recta final hacia cuatro años más de Pedro Sánchez con Pablo Iglesias, o de Albert Rivera o Pablo Casado, con Abascal. Es el menú que se nos ofrece. El bipartidismo de dos se ha convertido en un bipartidismo de cuatro más uno, lo digo en Cádiz ahora, en pleno carnaval, donde se inventó el cuarteto de tres, o de cinco.

Mañana es el miércoles de ceniza, esto se acaba, pulvis erit, etcétera. Estábamos mirando España pueblo a pueblo en mayo y nos ha llegado esto de ahora, tras la anual Resurrección. Los cuatro años de Pedro Sánchez, con el matrimonio Iglesias-Montero, que a algunos se les hará tan cuesta arriba como los cuatro años alternativos de Pablo Casado, con Rivera y Abascal. Insufrible, es el escenario, insufrible. Que puede que signifique inaguantable, indeseable, inimaginable. España es así, hay muchos ejemplos. Por eso este cansancio.

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