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EL ALAMBIQUE

Luis Suárez / Ávila

Farolas

POR tercera vez oigo que se van a cambiar las horribles farolas de la calle San Juan. La primera vez fue a Pedro Alamillos, cuando era teniente de alcalde de Urbanismo con IP, quien a poco de colocarse las farolas, manifestó que eran provisionales y que estaba previsto poner otras más adecuadas. Ahora me entero que costaron diez millones de las antiguas pesetas a los contribuyentes y me pregunto si es lícito hacer ensayos y experimentos con el dinero de los contribuyentes. Pero eso es cosa común. La segunda vez fue Fernando Gago, siendo alcalde, quien prometió un nuevo alumbrado a la calle San Juan, con motivo de las obras de pavimentación. La culpa, al final, se la echaron a Paco Pérez, que, desde Apemsa, no quiso cambiar las luminarias de la calle San Juan. Todo quedó en agua de borrajas. La tercera vez ha sido ahora. El PP ha prometido que se cambiarán los "secadores de pelo" por farolas más convenientes a la estética de la calle. Y yo estoy como Santo Tomás, que no me lo creo hasta que no lo vea. Porque muchas cosas de estas se quedan en titulares de prensa.

Cuestión distinta y bien espinosa es el tipo de farolas que pretendan poner. Porque, a lo que parece, habrá unas en pescantes, sobre las fachadas, y otras, verticales, en las aceras, sobre fustes de hierro. Adocenar el alumbrado con las consabidas farolas "fernandinas", ni está bien, ni está mal. Poner las clásicas farolas de gas, estaría mejor. Tan solo que los pescantes y los fustes fueran de fundición sería lo deseable. Porque, aunque yo no me lo crea hasta que no las vea puestas, espero y confío en que no vayan a defraudar a los habitantes de la calle. Lo espero, como agua de mayo. Y, sobre todo, ya que el Barrio Alto va a estar tan desprotegido en el Plan General, con la exclusión de edificios protegibles, de corte popular, precisamente los autóctonos, distintos de los palacios italianizantes, al menos, que nos den el gustillo de poner unas farolas adecuadas y consensuadas, sin trampa ni cartón, que es lo que esperamos los vecinos. ¿Hay fecha? ¿Hay presupuesto? ¿A dónde irán a parar las horripilantes farolas actuales que costaron diez millones de pesetas? Hasta ahora, no se sabe nada más que, hace unos días, ha habido un titular de prensa. Que del dicho al hecho.Y me lo estáis fiando muy largo.

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