Viernes Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Viernes Santo en la Semana Santa de Cádiz 2024

LA democracia es una cosa tan seria que conviene tocarla con cuidado. Incluso se podría decir que no habría que tomar su nombre en vano, si no fuera porque por definición no es sacrosanta y lo admite todo. Decir que vivimos en una dictadura es de nota, en los dos o tres sentidos que esta palabra tiene en Cádiz.

Algunas hipérboles tan repetidas y de tanto éxito como que el actual es el peor gobierno de la historia española tendrían más credibilidad si no las hubiéramos escuchado cada vez que lo ha ostentado la izquierda. Y son muy discutibles, o por lo menos debatibles, cuando comparamos la burda y sospechosa maniobra del ejecutivo de izquierdas de querer cambiar las normas que rigen la elección del Consejo General del Poder Judicial con el hecho de meter a España en una guerra injustificada en Iraq y mentir sobre la autoría del peor atentado que ha sufrido nuestro país, o la gestión fracasada de la pandemia del coronavirus con ser directamente beneficiarios económicos de una gran red fraudulenta. A todo hay quien gane, y adjudicar el cetro de peor gobernante en estas condiciones depende, se ve claramente, de las inclinaciones ideológicas de cada uno.

La exageración puede ser muy llamativa, pero denota más bien pereza mental y ayuda poco a la serenidad necesaria para encontrar una salida en las circunstancias actuales, definidas fundamentalmente por la combinación terrible de crisis sanitaria, económica y, lamentablemente, política. De todas, esta última es la más evitable. Y sin embargo, parece la más difícil de solventar. Entre otras cosas, por las exageraciones y el deporte favorito de muchos: el salto a la yugular, que si seguimos así pronto se convertirá en olímpico en nuestro país.

Verbigracia, ¿cómo llamar a la actitud del Partido Popular de bloquear la renovación del CGPJ mientras Unidas Podemos quiera presentar sus propuestas? Descalifica al partido de Iglesias por antisistema mientras se apoya en Vox para gobernar en varias comunidades. Ignora los millones de votos con que cuenta UP mientras le otorga valor a los de Abascal, un hombre que propone como mejor solución a todo esto una moción de censura sin ninguna posibilidad de salir adelante. De nuevo, la ideología, concepto que tanto dice aborrecer.

Probablemente es más rentable para el país dejar los calificativos y los superlativos históricos para los historiadores. A ser posible (uy qué difícil), independientes.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios