Crónica personal

Pilar / cernuda /

España y Chávez

NO dudó en calificar de golpista a José María Aznar, las diatribas que lanzó contra España en la cumbre de Chile obligaron al Rey a cortarle con un airado "¡por qué no te callas!" que dio la vuelta al mundo, y a pesar de que todas sus campañas las basó en arremeter contra la corrupción de sus antecesores, Hugo Chávez ha convertido a Venezuela en uno de los países más corruptos de América. Ha muerto Hugo Chávez y millones de habitantes de su país lloran en sus calles con gestos de plañideras; otros tantos ciudadanos de ese país suspiran de alivio y piensan que se inicia una nueva etapa en la que Venezuela podrá surgir de sus actuales cenizas. Con importantes yacimientos de petróleo y de los minerales que buscan las grandes empresas, se encuentra en la ruina tras los años de "revolución bolivariana".

El duelo se ha convertido en un espectáculo, que culminará hoy con el funeral al que acudirá el Príncipe de Asturias, una decisión que quizá habría que haber meditado más. Don Felipe acude desde hace años a las tomas de posesión de los presidentes latinoamericanos en representación de España, pero se trata de un funeral, no de una toma de posesión. Un funeral que va a ser utilizado políticamente por el chavismo. Doctores tiene la iglesia y sin duda esos doctores -Gobierno y la Casa del Rey- han analizado los pros y los contras de la asistencia del Príncipe y se han inclinado a favor. Ha pesado que a España le importa mucho llevarse bien con el Gobierno venezolano, el que sea, y expresar cercanía hacia los ciudadanos de ese país cuya estabilidad es clave para su futuro, pero también para la vasta colonia española , así como para las inversiones de empresas españolas a las que Chávez amenazaba constantemente con expropiaciones y nacionalizaciones. Por si no fueran dos asuntos del máximo interés, hay que tener en cuenta también que Venezuela da cobijo a varios etarras que se mueven en plena libertad sabiendo que el Gobierno de Chávez nunca accedería a la extradición. Veremos si mantiene esa misma postura el sucesor, Maduro o Capriles.

Ha muerto un personaje de los que sólo se dan en países misérrimos que se agarran a un clavo ardiendo. Chávez fue golpista, pero se perpetuó en el poder a través de elecciones democráticas, aunque la falta de libertad de prensa con el cierre de los medios críticos y el bloqueo a los movimientos de los partidos de la oposición hacen dudar de la calidad de esas elecciones. Para los venezolanos es básico el nombre del sucesor. Para España, también.

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