Trece años llevan ya los queseros de la provincia de Cádiz buscando un sello que los distinga. El sello parece la piedra filosofal que buscaban los caballeros en la Edad Media y debe estar escondido debajo del Pinsapar…porque nadie lo consigue sacar a la luz.

Han sido múltiples los proyectos que se han llevado a cabo para dotarlos de un distintivo que les diera caché y que evitara las imitaciones pero ni los queseros ni la administración han sido capaces de solucionar la situación.

En la provincia de Cádiz hay muchas cosas de las que nos podemos sentir orgullosos y una de ellas es evidentemente los quesos que se están produciendo en ellas, particularmente en la Sierra. Este producto, además de otras cosas, ha conseguido crear puestos de trabajo en la zona, ilusiones para sus habitantes y también ha atraído todo un turismo gastronómico que se acerca todos los fines de semana a comprar alguna pieza, buscando buen precio y, de propina, una buena excursión de esas que terminan con berza o venao en "sarsa".

Por eso es una lástima que un sector que está realizando una labor tan brillante esté ahora saliendo a la luz enfrentado y dividido, celebrando dos ferias gastronómicas en pocos días y con los mismos contenidos, o defendiendo cada uno un sello diferente para poner en los quesos, debilitando claramente al sector ante las autoridades europeas que son las que tienen que otorgar estos sellos de calidad, como la denominación de origen y la indicación geográfica protegida.

No voy a entrar en las causas de este desencuentro, en los intereses empresariales o en el aprovechamiento que hace de la situación algún político para sacar el cuello y ponerse las medallas.

Lo prioritario ahora es que se evite este espectáculo de enfrentamientos, que los queseros se reúnan, hablen y se pongan de acuerdo, que tomen una decisión que beneficie sobre todo a la Sierra de Cádiz.

Es incomprensible que un sector que fabrica los quesos más premiados de España, productos que están siendo reconocidos internacionalmente, lleven 13 años con esto de los sellos de calidad y no hayan sido capaces de sacarlo adelante. La situación actual de un sector enfrentado saliendo en los medios de comunicación con declaraciones cruzadas no beneficia a los quesos, ni a la Sierra de Cádiz. Siéntense, si es posible con una buena tabla de quesos y unos buenos piquitos liaos de Jerez para acompañar y resuélvanlo. Esta es la primera medalla que se deben colgar.

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