Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

'Enga, vamo a darle'

Decían sus colaboradores que no paraba de dar instrucciones y participar en todos los foros abiertos dentro del Gobierno

Hubo un secretario general en la Diputación, Modesto Jaén, originario de Benacazón, acumulaba una serie de frases fruto del saber popular del medio rural andaluz . Ante una de las primeras huelgas convocadas en la institución nos dijo: tened cuidado con las huelgas y las bajas porque la empresa puede darse cuenta que todo funciona igual sin vosotros. Eso es lo que me pasa a mí con la reincorporación del alcalde a su despacho: que no se había notado mucho su ausencia. Rompió la baja o permiso, que todavía no sé muy bien cómo llamarlo sin resultar sospechoso, en tres ocasiones: para firmar un acuerdo con la Zona Franca, para anunciar un programa (eso que llaman "paquete") de ayudas al comercio y la hostelería, y para presentar, cochecito de la niña incluido, la llamada refundación de Adelante Andalucía en el Parque Genovés. Según decían sus colaboradores, aunque estaba en su casa no paraba de dar instrucciones y participar en todos los foros abiertos dentro del Equipo de Gobierno o del Núcleo Motor o como se llame. Desde luego, era hiperactivo en tuiter. Así que no sé si porque nunca se llegó a ir del todo o porque su presencia física en San Juan de Dios no es tan necesaria, la cosa es que no se notó mucho su ausencia. A ello hay que añadir que tanto el alcalde como los integrantes del Equipo de Gobierno no son muy dados a participar en la vida social de la ciudad, en contra de lo que era costumbre en Teófila Martínez. Desde el PP se ha hecho una intensa campaña poniendo en duda el esfuerzo y el sacrificio del alcalde hasta el extremo de haber puesto en circulación la despreciativa expresión "kichiflojo" como si el alcalde fuera de Los Juancojones o, cosa peor aún, como esos integrantes de agrupaciones que no se saben las coplas y mueven los labios para que no se note, lo que en el argot llaman "mascar letras". Lo cierto es que cuando se cogió la baja o permiso de paternidad no entendí el postureo del Ayuntamiento: podía seguir en su casa con el móvil y el ordenador coordinando la actuación del Ayuntamiento y participar con su presencia en aquellas actividades que considerase fundamentales, cosa que hizo, sin necesidad de anunciarnos su nuevo estatus. Yo, sin ir más lejos, tuve dos días por el nacimiento de mi hija y no he notado en ella ningún trauma ni a mí me ha pasado nada. Comprendo que las bajas maternales están unidas al vínculo necesario que tienen las hembras de todos los mamíferos con sus crías, que deba haber permisos de paternidad para corresponsabilizarse de la parte que sea en el cuidado de un recién nacido. Pero con el mail, zoom, skype, guasap, Telegram y compañía no hace falta estar todo el día en lo que ahora se llama trabajo presencial.

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