Empático COAC

Cada fiesta va por su lado, sin buscar una mínima empatía con el Ayuntamiento empático y participativo

Una nutrida concentración de personas prestaba colorido a la mañana del domingo en los alrededores del Palacio de Congresos. Evidente expectación. ¿Otra Cumbre Iberoamericana, como en el 2012, pero con Maduro quizá? ¿Una visita sorpresa de Puigdemont? No, el sorteo del COAC, el concurso del Carnaval de 2018. Y lo presentó el rey Melchor, digo Enrique Miranda. El honor de abrir el COAC le corresponderá a 'La sonrisa de Dios' (una comparsa sevillana de Alvarado). A continuación, la chirigota 'La familia Verdugo'. El primer día, que será el martes 9 de enero, no cantará ningún coro. Y el segundo, tampoco. Los demás, sí.

Sin embargo, tenemos un concurso de lo más empático y simpático. Esto lo apunto según los criterios de la concejala de Fiestas, María Romay, que dice cosas rarísimas. Aparte de lo que dijo ayer, unos días antes había declarado "entidades no empáticas" a la peña Los Dedócratas y a la peña El Molino. ¿Por qué? Porque han utilizado el derecho a decidir y se quieren independizar de la Erizada. Lo que nos faltaba. Ahora cada fiesta va por su lado y se autogestionan, sin buscar una mínima empatía con el Ayuntamiento empático y participativo.

Según parece, el calendario comenzará con la Erizada el 7 de enero, mientras que la Pestiñada se pasaría al sábado 13 y la Ostionada al domingo 21 de enero, ya con el concurso empezado. Todo eso puede cambiar todavía, nunca se sabe. Tampoco es tan grave, teniendo en cuenta que ni la Pestiñada, ni la Ostionada ni la Erizada cumplen los fines de antaño, por falta de colaboración de las agrupaciones más punteras, que no quieren prodigarse antes de tiempo.

En tres fines de semana, puede ser mejor para los bares. Aquí parece que todo se organiza a mayor gloria de la hostelería. El Carnaval, para llenar los bares; la Semana Santa, para llenar los bares; los eventos veraniegos y procesiones extraordinarias, para llenar los bares. Hasta los juanillos deberían servir para llenar los bares, según lo entienden algunos. Sin embargo, no es así. Las fiestas se organizan en sus días correspondientes, cuando tocan. Y los bares y el Ayuntamiento se deben adaptar a lo que hay, tanto si les viene bien como si mal.

Con la Pestiñada, la Erizada y la Ostionada acuden cientos de visitantes a Cádiz. Sin embargo, lo más alarmante es esa apreciación sobre las entidades "no empáticas". Se intuye un cierto tufillo discriminatorio, para dividir a las peñas, asociaciones de vecinos y otras entidades participativas entre las que son empáticas y simpáticas con el poder municipal y las que prefieren mantener las costumbres a su libre albedrío.

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