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Fernando / Santiago

Elecciones

LA necesidad de buscar el apoyo ciudadano para el proceso electoral hace que algunos políticos pierdan la cabeza. Está el tradicional "¡quiero besar niños, quiero besar niños!" con el que muchos aspirantes a cargos públicos marcan su agenda durante estos días. Los programas electorales nos marcan un país en tecnicolor, los partidos de la oposición nos señalan la cantidad de catástrofes que han ocurrido en los últimos cuatro años y las que pasarían si volvemos a elegir a los que estaban, mientras el gobierno de turno nos cuenta que nos fue bien y nos puede ir mejor. Pero alguno se desliza hacia la estulticia ante el riesgo de caer en la insignificancia. Las últimas encuestas conocidas daban a Izquierda Unida en la provincia unos muy malos resultados con la pérdida del único escaño que tienen en el Parlamento Andaluz y sin alcanzar la recuperación del que tuvieron en el Congreso, por mucho que el alcalde de Puerto Real y candidato a diputado instara al Ministro del Interior y también candidato a que se atase los zapatos. No parece que Alfredo Pérez Rubalcaba tenga muchos motivos para preocuparse, aunque desde luego es costumbre muy saludable atarse bien los cordones. Ahora bien, el colmo de los dislates lo ha pronunciado el candidato a la reelección por IU Ignacio García. Ha llamado a los jóvenes a la rebelión. Aunque él ya tiene una edad, lo peor es que la llamada a la revuelta juvenil es contra la Ley Antibotellón. Así que Ignacio García se convierte en una mezcla del Cojo Manteca y Dany el Rojo pero a favor del consumo masivo de alcohol, de que los jóvenes usen las calles para el calimocho y para el Red Bull con vodka. No sé si los jóvenes secundarán la llamada a la revolución de Ignacio García aunque me malicio que no. Pero lo que sí sé es que los no tan jóvenes que quieren dormir, que no gustan de encontrarse las calles llenas de basura, que no les agrada que haya chavales cogiéndose una cogorza cada fin de semana, esos talluditos no creo que estén muy contentos con el Gran Salto Adelante que propone este nuevo líder de la revolución del Ballantines y el Brugal. Había una campaña de vodka Smirnoff en Nueva York que con la hoz y el martillo sobre fondo rojo y una botella ponía "Enjoy the party".

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