La incertidumbre empieza a hacer mella en los aficionados merengues. Se acerca el fin del período de fichajes para el curso que se avecina, y el Real Madrid continúa con una plantilla muy similar a la de la pasada campaña. El equipo blanco retrasó la planificación de la plantilla, a la espera de que se cerrara la incorporación de Cristiano Ronaldo. Tras frustrarse el pase del portugués el Real Madrid se ha quedado "compuesto y sin novia". El "no" de la estrella lusa ha dejado muy poco tiempo para cerrar una contratación que subsane las carencias que presenta el equipo en ataque. Unos defectos que han quedado evidenciados en la pretemporada que está realizando el equipo, ya que ha sido la preparación con menos capacidad goleadora de las últimas temporadas.

Con todo ello, Van der Vaart es la única cara nueva del conjunto presidido por Ramón Calderón. A pesar de los problemas que arrastra en defensa, y eso que fue la menos goleada el pasado curso, el cuerpo técnico ha decidido ceder a Garay al Racing con el objetivo de que continúe con su evolución en un equipo en el que contará con más minutos. Extraña decisión si se tiene en cuenta que Schuster está utilizando a Javi García para la posición de defensa central, sabiendo que el murciano es más centrocampista que defensor.

No obstante, lo que más preocupa en la casa blanca es el ataque. A día de hoy, nadie duda de la profesionalidad y de la efectividad de Van Nistelrooy, pero también se sabe que la temporada es muy larga y que las lesiones siempre están a la vuelta de la esquina. Su único compañero en la delantera es Raúl. El capitán es una incógnita y viene de realizar una pretemporada en la que ha pasado desapercibido. Por ello, urge la llegada de un goleador, más aún teniendo en cuenta la exigencia del calendario y los logros que se marca el club para la temporada. Diego Milito, Huntelaar y Di Maria son los nombres que están encima de la mesa.