HABLAN los candidatos en sus programas electorales de la necesidad de buscar nichos de empleo, que es la manera de definir a esos sectores concretos no explotados y con perspectivas de futuro. Está de moda la expresión, aunque los supersticiosos escuchen la palabra nicho y crucen los dedos. Y además de canguelo, causa risa que en Cádiz se relacione al empleo con un nicho. Será porque el paro es una lacra a perpetuidad, como esos huecos en la pared donde uno descansa o debe descansar en paz. O porque muchos gaditanos y gaditanas están acostumbrados a acudir a un nicho, el de Don Rosendo, para pedir lo imposible, en este caso un trabajo para un hijo, para un hermano, para sí mismo. Para colmo, el sinónimo utilizado por los políticos en lugar del nicho es yacimiento de empleo. Y nunca mejor expresado: para encontrar un empleo hay que escarbar mucho.