Dolores del Nazareno

Gracias a Pemán, el artífice de la diosa Gades se convirtió en el autor de la Madre del Hijo de Dios en Cádiz

Quizá sea la gran olvidada de la Semana Santa gaditana. Una imagen a la altura de las mejores dolorosas de Cádiz, aunque tallada en el siglo XX. Este año se cumplen 75 de su bendición, que tuvo lugar el 3 de abril de 1944. Puede ser que la Virgen de los Dolores asuma con humildad ser la Madre del Regidor Perpetuo y Señor de Cádiz. En su altar de Santa María, en su procesión del Jueves Santo, se aprecia que Jesús Nazareno atrae todas las devociones, que recibe el amor y las peticiones de sus hijos, que llega al alma de la gente sencilla cuando lo contempla. Pero detrás está su Madre, que lo sigue, y también se merece toda la atención.

Desde los primeros años de esta archicofradía, el Nazareno era el centro de la devoción. Consta que hubo algunos cambios de la imagen de la Virgen, que en tiempos remotos se llamó de la Soledad. En 1756 el genovés Antonio Molinari talló una nueva imagen, pero sólo duró tres años como titular. En 1759 fue encargada otra Dolorosa al escultor sevillano Benito Hita y Castillo. Según testimonios históricos, esta Virgen fue la que recibió el nombre de los Dolores.

Hita y Castillo era un gran imaginero, autor del famoso San Juan de la Amargura de Sevilla (copiado por Buiza en el de Medinaceli de Cádiz), e incluso relacionado con la Macarena, en algunas atribuciones indemostrables. La Virgen de los Dolores del Nazareno fue quemada en el incendio de Santa María, ocurrido el 18 de marzo de 1936. Fue un día nefasto para la memoria histórica de Cádiz, por culpa de marxistas mal adoctrinados. Y todavía no había guerra. Aunque se pudo salvar la cabeza dañada del Nazareno, no quedó nada de la Virgen.

Otro dato para la memoria histórica: fue José María Pemán quien costeó y donó la imagen actual de la Virgen de los Dolores. Era prioste (entonces se llamaba así al cargo actual de hermano mayor) y quiso que su hermandad tuviera otra gran Dolorosa. Se la encargó a Juan Luis Vassallo Parodi, el mejor escultor gaditano del siglo XX. De ese modo, el artífice de la diosa Gades se convirtió también en el autor de la Madre del Hijo de Dios en Cádiz. Como he recordado en otras ocasiones, Vassallo fue uno de los mejores escultores de España de su tiempo, y servía tanto para lo divino como para lo humano, tanto para lo pagano como para lo religioso. En Cádiz tiene un museo, que han trasladado, sin recibir el trato que merece.

Dolores del Nazareno es una de las más bellas y clásicas vírgenes de Cádiz. Ella no es barroca, sino eterna. Sus ojos miran al cielo, a la espera de una respuesta.

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