ENTRE unas cosas y otras estamos que no paramos. De la Semana Santa hemos pasado sin darnos cuenta a celebrar el Mundial de Motos y, a continuación, sin anestesia previa, vamos a poner la pica en el recito de Las Banderas.

Del primero de los eventos señalados, desde hace varios años -y si el tiempo acompaña- es para mí el pistoletazo de salida para comenzar a disfrutar de nuestras playas, especialmente con una finalidad clara y manifesta: estar morena para lucir mejor el traje de gitana. Además, el hecho de poder presumir de bronceado da la impresión de que dejo atrás el invierno y se acerca el verano y todas las ventajas que ello conlleva.

Del segundo de los eventos, de la invasión moteril, ¡qué puedo decir...! Pues que la padezco cada una de sus días y noches, aunque reconozco que es estupendo para la economía local y provincial, especialmente cuando andamos inmersos en una crisis con mayúsculas de la que está costando salir a flote. Quitando que la avalancha de moteros deja a su paso una considerable fortuna, hay que reconocer que es el único espectáculo que pone a toda una provincia a su total disposición, a pesar de los considerables esfuerzos que todas las administraciones efectúan cada edición para restringir la invasión y ofrecer más seguridad a sus habitantes.

Después de esto sólo hay un paso para disfrutar de nuestra Feria de Primavera, fiesta que nos permitirá salir de la monotonía invernal y disfrutar de nuestros amigos y familia en un marco diferente al diario. Ahí estaré yo, con mi traje y bronceado desde el primer día y hasta el último, aunque se me vaya la vida en ello. Esta edición está dedicada a Valencia, así que me imagino que nos no faltarán ni la sabrosa paella ni un buen espectáculo de fuego artificiales para cerrarla, porque de lo contrario se haría un ridículo espantoso.

Este año volvemos a coincidir desde el domingo con la de Jerez, así que mira por dónde, le sacaré provecho al traje -como hace de los suyos Francisco Camps, el presidente valenciano- ya que si el cuerpo y el moreno aguantan, puedo hacer hasta un doblete llegado el caso. ¿A qué sí?.