Polémica Cinco euros al turismo por entrar en Venecia: una tasa muy alejada de la situación actual en Cádiz

Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

Distancias cortas

No tengo elementos de juicio para saber si hay algún tipo de afecto entre Susana Díaz y José María González

A FINALES de los años 80,con el PSOE y Carlos Díaz en la cúspide de su poder, los entonces alcaldes de Cádiz y Puerto Real mantenían un enconado enfrentamiento hasta el punto que el de la capital cesó a su jefa de prensa porque mantenía una relación sentimental con Barroso. En ese clima coincidieron un día durante La Erizada justo delante de la Peña organizadora, en aquella cutre zona vip que se montaba. Carlos Díaz le dio unas palmaditas en la cabeza diciéndole "vaya cara tienes" pero la foto salió publicada como el trato afectuoso entre los dos alcaldes enfrentados. Cuando empezó a prepararse los actos del Bicentenario de la Constitución de Cádiz vino a la ciudad en varias ocasiones la por entonces vicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega y la prensa concluyó que Teófila Martínez y ella eran amigas personales y por lo tanto esa relación iba a facilitar que la conmemoración tuviera el esplendor que merecía. Ni que decir tiene que el Gobierno de España dejó tirada a la ciudad y que no existía tal relación . No tengo elementos de juicio para saber si hay algún tipo de afecto entre Susana Díaz y José María González pero dudo de que haya entre ellos más allá de la cortesía exigible y un poco de pantomima cara a la ciudadanía. Dice la gente, y ayer insistía este periódico, que José María González es un hombre afectuoso y simpático en el trato cercano. Tampoco tengo elementos para confirmar tal afirmación porque he hablado con el alcalde una vez en mi vida y no fue entrañable, pero igual es debido a que yo soy de natural arisco, como todo el mundo sabe. También dicen que Susana Díaz gana mucho en el contacto directo hasta el punto de que la elogian como "muy saludadora". No tengo el gusto. El caso es que me parece que importa poco si los políticos son amigos entre ellos, si son amables o si son graciosos, si cuentan chistes o cantan coplas de carnaval, si preguntan por los hijos o gastan bromas sobre las aficiones y manías de los demás. No sé si influye en la toma de decisiones aunque no debería. Lo único que importa y por lo que debemos juzgar a nuestros gobernantes es la solución de los problemas y la mejora de las condiciones de vida de la población. Luego pueden ir a tomar pavías de bacalao a la Peña Trianera o morena en adobo en La Primera de la Viña, pueden fumarse un cigarrito de la risa o lo que les parezca oportuno, pueden ser del Betis o del Cádiz, el caso es que resuelvan los asuntos pendientes sin falsas risas ni besos cara a la galería.

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