EL ALAMBIQUE

Luis / Hiniesta

Día de la mujer

LA UNESCO tiene la convicción de que el desarrollo sostenible, los derechos humanos y la paz sólo podrán lograrse si las mujeres y los hombres disfrutan, en más amplia medida y en pie de igualdad, de oportunidades, opciones y capacidades que les permitan vivir en libertad y con dignidad. Koichiro Matsuura, Director General.

El 8 de marzo se celebra el Día de la Mujer Trabajadora, una celebración mundial con los objetivos de preservar y extender los derechos humanos hacia las mujeres, su igualdad frente a los hombres, el acceso a las mismas oportunidades de desarrollo personal y social que los niños y hombres, la vida en paz de las mujeres y la aplicación de la justicia cuando se les priva de ella.

Siempre que se justifican el interés y los recursos que se destinan a un programa, actividad, u acción, se cifra el número de afectados o beneficiarios. Parece razonable que esta celebración, y también la del 25 de noviembre, disfrute del interés y los recursos máximos posibles atendiendo al número de afectadas o beneficiarias, más de la mitad de la población local y mundial.

Durante todos los días de todos los años se debe trabajar a favor de los derechos humanos, de la igualdad de géneros, de la erradicación de la pobreza extrema, de la educación universal, de mejorar la salud maternal, de reducir la mortalidad infantil, de combatir el VIH/SIDA, de la sostenibilidad del medio ambiente, de fomentar una asociación mundial, y de una economía global socialmente equilibrada y justa. Quienes sientan la necesidad de trabajar, de sumarse a favor de estas causas, que sepan que la ONU las lidera como Objetivos del Milenio, y que toca apoyar y defender las vitalidad de la ONU.

Desde aquí poco más, solamente compartir con las mujeres mis exigencias de libertad y justicia social. No trabajen para depender, no amen para depender, no sean madres para depender, no críen y eduquen hijos/as para depender, no vivan para depender. Decídanse a ser libres e iguales, a organizarse frente al poder físico, religioso, o emocional que las somete, háganlo globalmente, y solidariamente.

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