Tribuna

Gonzalo / Córdoba

Después del incendio

Gracias, gracias..., muchas gracias. Al Cuerpo de Bomberos y a la Policía Local por tan invalorable ayuda y eficiencia, a mis vecinos y convecinos del barrio de La Viña que conectaron con estos servicios, tras el incendio del 13 de agosto pasado en la cocina del la barra del Faro. A todo el personal de la empresa y que como enumerarlos a todos necesitaría una página entera, nombro a algunos de ellos: Jesús Russo, jefe de Mantenimiento; Manuel Ojeda, jefe de Cocina; a Diego Daza, con más de cuarenta y cinco años en la empresa que lloraba como un niño aquel día. A Luis Núñez, jefe de Administración; a Francisco Marente y José Manuel Cantero, primer y segundo maitre, por la diligencia en organizar todo para abrir el comedor a las 14:30. A mi hija Mayte que demostró la capacidad necesaria para cerrar las llaves del gas y la electricidad... con el temple de una empresaria. A mis hijos Fernando y José Manuel, por su diligencia en lo más importante de una empresa: la toma de decisiones.

Yo lo viví en directo. Iba o venía de la farmacia, vi el humo y dije... mi cocina. Pedí un teléfono a un amigo porque no atinaba a coger el mío y me dijo "estoy llamando". También lo vivió en directo Pepi, madre de nuestros seis hijos que llamó al Faro ya que desde su caso olió a humo. Porque el Faro es como un hijo más de los dos.

Al Canijo de la chirigota Los Ahumados del Faro...¡qué arte!, ¡qué estribillo! Y muy especialmente a la fiel clientela que nos demuestra día a día su incondicional apoyo lo cual nos convierte en un referente de Cádiz dentro y fuera de nuestra ciudad.

Recuerdo cuando me licencié del servicio militar que en la cartilla ponía "valor, se le supone", y me cabreé. No sabía que únicamente tenía que haber participado en algún hecho heroico para que te pusieran "valor demostrado", pero a ti Mayte te daría el carné con valor súper demostrado.

Os quiero a todos y un recuerdo que tengo de mi juventud es que a ki padre cuando hablaba con sus amigos, decía que estaba orgulloso de sus cuatros hijos porque eran PERSONAS. No lo entendía hasta ya mayor, cuando ya mayor iba a a dar charlas a emprendedores y me preguntaban que qué era ser persona y yo el ejemplo que les daba era el ser lo opuesto a la mala persona. Yo le digo lo mismo a mis hijos: seguid siendo buenas personas.

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