La cofradía del Despojado quiere afrontar su primera salida procesional con las máximas garantías posibles. Y por ello los miembros de la junta de gobierno también piensan en la lluvia, que el lunes deslució el primero de los actos de Cuaresma y que en los últimos años siempre hace acto de presencia en Semana Santa. La hermandad está estudiando diferentes posibilidades y decisiones a tomar en caso de que las previsiones para el Domingo de Ramos sean algo confusas. Es decir, está configurando lo que podría denominarse un plan de lluvia para su salida procesional.

El hermano mayor de la corporación, Luis Manuel Rivero, ha explicado que se trata de diversos planteamientos que están debatiéndose aún a nivel informal en el seno de la cofradía, aunque quiso dejar claro que la primera opción será no procesionar si no hay unos niveles mínimos de seguridad meteorológica y que las diversas opciones que se planteen deberán estar siempre "coordinadas y planteadas en común con el resto de hermandades, para no entorpecer en su salida a ninguna de ellas". Lógicamente, el amplio horario de la cofradía en la calle (doce horas) y el largo recorrido hace que se abran diversas posibilidades si los partes no son concluyentes -es decir, que a partir de cierta hora de la tarde no contemplen posibilidad de precipitaciones o que el riesgo comience a partir de una hora de la noche que la hermandad acepte como válida-. En este sentido, aunque nada hay acordado ni determinado por la junta, y aunque el hermano mayor precisa que la decisión última siempre se tomará el mismo Domingo de Ramos, las opciones girarían en torno a realizar estación en la Catedral pero sin completar la carrera oficial, para acortar recorrido.

Asimismo, dentro de este plan de lluvia, la cofradía ha mantenido contactos con diversos templos para solicitar resguardo en caso de que les sorprenda la lluvia. La intención es cerrar la posibilidad de refugiarse en un templo de extramuros, uno cercano a las puertas de tierra y otro próximo al extremo del final de la carrera oficial (como puede ser San Francisco) además de la Catedral. El Despojado espera confirmar esta posibilidad conforme avance la Cuaresma.

QUE el Despojado esté preparando un paquete de medidas para evitar que la lluvia los sorprenda durante su recorrido es una buena noticia. Más que eso, es una demanda que se viene haciendo desde hace años, en los que la lluvia nunca perdona la Semana Santa, pero que hasta el momento no ha visto frutos.

Si la nueva hermandad consigue asegurarse refugio en diversos templos y tiene previstas de antemano varias soluciones posibles en función de los partes meteorológicos, habremos dado un gran paso que podría extenderse en un futuro al resto de corporaciones de la ciudad.