Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

Desconcertada

Es evidente que la enseñanza concertada resulta innecesaria, hay públicos para atender a todos los niños de la ciudad

Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones" Constitución Española , artículo 27 apartado 3. Léanlo ustedes con atención. En ningún sitio dice que el Estado deba concertar con los centros educativos privados. No hay ningún precepto en la Constitución que diga eso. Fue lo que quiso señalar la ministra Celaá, algo que por otra parte resulta obvio. Los conciertos educativos datan de 1978, cuando los Pactos de la Moncloa establecieron la obligatoriedad de la enseñanza básica y no había centros públicos suficientes. Ahora ya los hay por lo que se podría seguir el camino de tantos países más desarrollados que el nuestro que sostienen una red pública mientras que los padres que así lo desean pagan los centros privados que quieran. Como ocurre con la sanidad o con las pensiones: el Estado paga el sistema público y el que quiera ir al privado lo hace de su bolsillo. Eso dijo el alcalde y se han tirado sobre él como hienas los que quieren que el Estado pague la enseñanza que ellos desean. Es evidente que la enseñanza concertada resulta innecesaria, hay centros públicos para atender a todos los niños de la ciudad. Baste recordar que se han cerrado ocho colegios en las últimas décadas. Quien quiera una educación diferenciada, que la pague, bien sea el Centro Inglés, El Altillo, el Grazalema, el Guadalete o los centros religiosos de Cádiz. No veo dónde está. El dinero público para los centros públicos. Lo que dijo el alcalde, como lo que dijo la ministra, está cargado de razón. Igual el PP quiere dejar los colegios públicos para los pobres ahora que ahora que gobierna en la Junta por lo que los tiene abandonados.

Cosa distinta es que el Ayuntamiento debería tratar por igual a todos los niños a la hora de que participen en una cabalgata de Reyes. Da igual si están en los 16 colegios públicos o en los 15 privados. Al final son dos niños por centro así que no veo la necesidad de establecer diferencias. Lo sorprendente es el escándalo que ha montado el PP y algunos padres por este asunto intrascendente mientras en el Colegio Celestino Mutis y el Carlos III se movilizaban para pedir monitores que atiendan a niños con necesidades educativas especiales, precisamente aquellos a los que expulsan de sus centros los colegios religiosos que tienen en su ideario el amor al prójimo. Vivimos en una sociedad donde la trivialidad es mucho más importante .

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