Hay veces en que la naturaleza no solo imita al arte, según la célebre frase, sino que incluso la supera. Habíamos conocido cientos de personas disfrazadas de curas durante el carnaval pero jamás se nos había ocurrido pensar que alguien pudiera hacerse pasar por uno salvo que sea un cotilla irredento que pretendiese enterarse de la vida de todo el mundo en el confesionario o tuviese un excesivo amor a la infancia. Este Zornoza monta un circo y le crecen los enanos, está la diócesis como una feria. Pasará a la historia de la diócesis como el obispo más polémico en sus 700 años. Al falso cura de Medina le debían gustar más las casullas y las sotanas que esos trajes tan macarras con los que se fotografiaba en Colombia. No se conoce aún si en las misas medinatas se arrrancaba por cumbias o vallenatos, se quitaba el ropaje ceremonial, se colocaba el sombrero vuelteado y se ponía a cantar, al acabar servía un cafesito tinto a la concurrencia, o una bandeja paisa para celebrar la eucaristía. Necesitamos más información. Si no hubiera sido por Radio Caracol el hombre estaría todavía en Medina absolviendo de sus pecados a la feligresía, dedicado a casar, bautizar y dar la extremaunción a la parroquia entre amarguillos y tortas pardas. Ahora que lo pienso ¿hay título de cura? Se estudia en el seminario pero cuando se sale ¿te expiden un título como el que tiene un grado universitario? Ya sé que no hay colegio profesional que acredite la práctica de los sacerdotes como ocurre con médicos, arquitectos o abogados pero a la vista está que es necesario ya que Zornoza está en otros asuntos como traerse a los Legionarios de Cristo y rodearse de una guardia pretoriana de recalcitrantes tridentinos.

A mí me han gustado siempre los curas en carnaval, desde el Libi de Papa, o aquel Marcos Zilberman que según dicen se disfrazó de cura en febrero de 1976 para reivindicar la vuelta a sus fechas tradicionales. Cumbre del sector carnavalesco especializado en la materia tenemos a "Los curas de pueblo", la chirigota de Antonio Matos y Tomy Alonso con aquella genial copla de cuando Colón fue a por papas. Últimamente a Pedro Hidalgo, Pedripol, al que le gusta también el disfraz por lo sencillo y lo cómodo que es. Yo había conocido a curas falsos, a montones, Eso que llaman jesuíticos. Nunca había conocido a un falso cura. Yo no sé si servirán para el catolicismo europeo pero al menos aquí están, sirviendo de cachondeo. Ceballos, vuelve, aunque sea en pijama.

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