Este fin de semana ha sido un pelotazo para el turismo y el comercio en Cádiz. Bastaba con pasear en la mañana de ayer por las calles del centro para comprobarlo. Los moteros han venido en el fin de semana, aunque su presencia en la capital gaditana es minoritaria, si se compara con los que se quedan en Jerez y El Puerto de Santa María. Sin embargo, la llegada de dos grandes cruceros, el Aida Stella y el MSC Preziosa, volvió a demostrar que es imprescindible consolidar y aumentar en lo posible el mercado del crucerismo. Un gran filón comercial, aunque sea turismo de paso, que no se nota en los hoteles, pero sí en todo lo demás.

En el mes de abril vinieron a Cádiz 37 cruceros en escalas. Para el mes de mayo están previstos 45. Las consecuencias son visibles. Bares del centro, que cualquier domingo están con un flojo rendimiento, se llenaron de guiris. Establecimientos con pocas ventas se ponen las botas un domingo de mayo. Hay una carrera oficial del crucerista, que pasa por Plaza de San Juan de Dios, Pelota, Plaza de la Catedral, Compañía, Plaza de las Flores y Mercado Central. A la vuelta recorren las mismas calles, o si acaso se desvían por Columela y el entorno.

Este recorrido ha originado una especialización sectorial de tiendas de souvenirs, bares, zapaterías y comercios de ropa low cost. También acuden músicos callejeros. Y los vendedores de prendas falsificadas, que se apoderan de una parte de Compañía y la plaza de las Flores, al menor despiste de la Policía Local. Algunos turistas llegan hasta el baratillo, que es un mercadillo en gran parte desaprovechado. En el trayecto se encuentran la Catedral, que se confirma como el monumento más visitado de Cádiz.

Atraer moteros con propuestas como el festival Cádiz GP, que organizaron este fin de semana en la glorieta Ingeniero La Cierva, es un esfuerzo inútil. Los moteros que llegan a Cádiz son minoritarios, y vienen por los atractivos de la ciudad, no por un festivalillo de andar por casa. Por el contrario, Kichi, Juancho, Fran, Domingo (quien sea elegido alcalde el 26 de mayo, o en el pacto posterior) debería mejorar la oferta turística de Cádiz para los cruceristas, que son más importantes que los motoristas.

Sin olvidar que la ciudad sigue teniendo una asignatura pendiente con los hoteles, no sólo el del estadio Carranza. Hay una oferta de calidad, pero debería aumentar la cantidad. Faltan algunas de las grandes cadenas nacionales todavía. El turismo, aunque lo critiquen, es un maná milagroso que alimenta a muchos gaditanos.