Eran talleres de costura en las propias casas. Tiempos en los que las mujeres estaban predestinadas a las tareas de la casa o en los que, si trabajaban en la calle, lo hacían en los talleres de costuras. Empezaban jóvenes, de aprendizas, hilvanando todo el día, hasta que al cabo del tiempo ya se convertían en oficialas de costura. Las dueñas del taller tenían el sobrenombre de "maestras". Eran talleres donde se aprendía a coser. En la calle eran conocidas por las niñas del taller. Eran otros tiempos. Nada que ver con la famosa serie de antena 3 de 'Entre costuras'.

Saber coser era una obligación femenina. Coser significaba y significa hacer o reparar una prenda. Pero desde hace unos días, coser ha tomado un nuevo significado. La crisis vivida en el PSOE este fin de semana ha llevado a limites insospechado de interés la palabra "coser". La presidenta andaluza, Susana Díaz, ha tenido la feliz ocurrencia de pedir coser el partido socialista. Coser un roto, que en otros tiempos mas lejano sería zurcir un roto. No es lo mismo coser que zurcir. Pero en este caso las dos palabras tienen el mismo significado para lo que se pretende. Una palabra, una sola palabra, puede demostrar el liderazgo de una persona. Nunca antes se había relacionado el coser con la política. Tampoco antes la política había estado tan rota como ahora.

Pero el caso ha sido que la palabra pronunciada por la presidenta andaluza, demostrando liderazgo, ha golpeado a la política y ha sido elegida por comentaristas y políticos como referente para solucionar una crisis, que necesita algo mas que trazar un hilván, y quizás algo más que un zurcido. Quizás sea necesario coser el vestido con un nuevo patrón. Dicen, los mayores que conocían muy bien los talleres de costura, que los vestidos se hacían con tal secretismo que nadie los podían ver antes de entregarlos a su propietaria. No salía un detalle de dentro del taller. Precisamente eso es lo que ha faltado al taller del PSOE. Congresos complicados siempre los ha habido en un partido con cultura de debatir. Es la esencia de la democracia. Pero antes todo quedaba dentro. El partido, como un taller de costura, hilvanaba la política entre las paredes del salón y salía fuera los resultados.

Pero lo que ha pasado este fin de semana es que todo se ha realizado fuera, lo peor estaba fuera. Las filtraciones interesadas, han roto la cultura de partido, la disciplina de partido y cuando esto falla todo se rompe, salta en pedazos. El PSOE lleva ya tiempo descosido, desgarrado. Lleva tiempo queriendo solucionar su crisis echando zurcidos donde la necesidad es encontrar un nuevo patrón que de respuesta al alejamiento del partido de las clases medias. El partido ha perdido el apoyo del sector mas avanzado de la sociedad. No recibe apoyos de las grandes ciudades y en estas últimas elecciones se ha vuelto a demostrar. Esto es coser el partido. Coser desde la unidad. Coser desde la lealtad. Coser desde la necesidad de recuperar la cultura de partido para encontrar puntos de encuentros con una nueva sociedad que necesita nuevos valores y tiene nuevas necesidades. Lo que ha hecho siempre el PSOE, un partido que transformó y modernizó España.

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