Hay que reconocer que el objetivo que se proponían PP, C´s y Vox en la constitución del Parlamento de Andalucía se ha conseguido, porque aquellos grupos tienen mayoría absoluta en la Mesa de la Cámara, puesto que cuentan con 5 miembros de los 7 que la componen. La Mesa del Parlamento, además de las primas, de coche y sueldo, del que no disfrutan los diputados de a pie, tiene un papel muy importante, ya que organiza el trabajo interno y decide sobre la tramitación de iniciativas. Para ello ha sido posible que A.A. haya rechazado el ofrecimiento de C´s, que le donaba uno de los puestos que le correspondían, con el argumento que su regalo era para esconder la alianza de C´s con Vox, que suponían los de A.A. Algo parecido a cuando el recluta renuncia al rancho para fastidiar al coronel. El portavoz del PSOE (este partido nunca renuncia a nada de lo que le corresponde) propuso que en la primera reunión de la Mesa, se subsane esa injusticia (sic.), con olvido que la ha provocado la propia víctima.

En el Reglamento del Parlamento de Andalucía, entre las condiciones para adquirir la condición de diputado se cita la de jurar o prometer acatar la Constitución y el Estatuto de Andalucía. Desde hace tiempo, algunos partidos de izquierdas pusieron de moda lo de hacerlo "por imperativo legal", lo que se admitió por las presidencias de todas las Cámaras. Pero esta fórmula se ha ido ampliando hasta extremos intolerables, como ha ocurrido en esta sesión constitutiva del Parlamento de Andalucía. Faltos de tiempo, la presidencia del Parlamento pidió que el requisito se cumpliera desde los escaños, sin necesidad de acudir a la Mesa (casi un centenar de diputados recorriendo en ida y vuelta el salón de plenos) y a esa escasez de tiempo no colaboraron dos diputados de A.A. Uno de ellos, se acercó a la Mesa diciendo todo lo que le pareció y en el tiempo que quiso y Teresa Rodríguez, dio un mitin innecesario, hablando de racismo, xenofobia y machismo que sin duda por piedad y paisanaje, no refleja este periódico. Hora es que algún presidente de Parlamento obligue a los diputados a jurar o prometer, sin más añadidos. Por cierto, en la primera legislatura del Parlamento, a AP (segundo partido de la Cámara) le dejaron fuera de la Mesa y ningún partido protestó ni ningún otro le ayudó. El más cercano, la UCD prefirió al PC para la Mesa.

El éxito en la constitución del Parlamento, siéndolo, es relativo. El reto consiste en conseguir el gobierno y aunque las perspectivas parecen favorables, más por el buen sentido de los parlamentarios de Vox, que por los atenuados escrúpulos de C´s. ¿Cuándo nos daremos cuenta que los reparos de Vox a las autonomías es menos grave que las pretensiones de independencia de algunos catalanes y, sobre todo, su acogimiento por las izquierdas españolas?

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