DÍAS pasados, el columnista de este Diario Rafael Gómez Ojeda, amante de la Fiesta de los Toros, hacía una serie de consideraciones en relación a la ausencia de representantes municipales en el Congreso de Veterinarios y Equipos Gubernativos, recientemente celebrado en nuestra Ciudad.

He de manifestar, para que se sepa, que hasta un día antes no se invitó al alcalde, mediante escrito vía fax y que no fue hasta el mismo día en el que los congresistas celebraban una comida en nuestro centenario coso taurino, -es decir- el mismo día que se inauguraba el Congreso, cuando la primera autoridad local recibió la invitación a dicha comida. Y todo ello, como consecuencia de la insistencia de mi gabinete, para que el representante de todos los portuenses, es decir el alcalde, estuviera presente en un evento de la importancia y trascendencia como del que nos ocupa, en una ciudad con larga tradición taurina, y celebrado en dos edificios municipales: la Plaza de Toros, y el Auditorio Municipal San Miguel.

Pero he de abundar en que, a finales del año pasado la presidenta del Comité Organizador, Ana Alonso, es atendida por el alcalde y derivada por éste a la Concejalía de Turismo; pidió colaboración a este Concejal, responsable de la Gestión de la Plaza, y desde ambos cometidos municipales nos brindamos a ello. Así, nos comprometimos a sufragar la comida que se celebraría en el coso taurino y para ello nos enviaron en su momento el presupuesto correspondiente, cuya cantidad tenemos contraída en el Presupuesto Municipal Ordinario de este año. Hemos colaborado igualmente localizando imágenes de video de corridas en la Plaza, haciendo gestiones con los clarineros -luego fallida-, entregando material promocional, facilitando una carpa y otras de índole interno para que la organización llevara a buen puerto y con éxito el citado encuentro. Sorpresivamente, la organización no ha tenido a bien invitar a quien suscribe a ninguno de los actos: conferencia de prensa de presentación, inauguración del congreso y, pásmense, ni siquiera a la comida que el Ayuntamiento, desde los presupuestos municipales de Turismo, tuvo a bien conceder a la organización por el buen nombre de la Ciudad y la fiesta.

Sorprende que la organización no tuviera en cuenta que usó dependencias municipales, la propia Plaza de Toros y que pidió ayuda al responsable de la gestión de la Plaza. Sorprende que, a preguntas de miembros de mi gabinete por la organización protocolaria de los actos se dijera que en todo momento los responsables municipales tendrían su sitio -el que les corresponde- y sorprende que en el caso del alcalde la invitación llegará cuando la agenda ya estaba cerrada: el día antes y el mismo día, y en el caso del Delegado en la Gestión de la Plaza no llegara nunca. Bien es cierto que verbalmente fui invitado, -aunque entiendo no es ese el procedimiento-, como consecuencia de que nunca llegaba el tarjetón que se decía habían enviado. Y todo ello pese a que, como no me cabe la menor duda, la presidenta de la Organización, Ana Alonso, es una eficaz gestora que, además vive en nuestra Ciudad y que conoce perfectamente donde localizarnos así como nuestras señas.

Así, ante la afirmación equivocada y entiendo que no malintencionada de Rafael Gómez, hemos tenido que responder y hacer público el desaire que la organización ha tenido para con los representantes de la Ciudad que ha acogido y patrocinado dicho congreso, algo que no entendemos ni queremos calificar. Que Dios reparta suerte.