¿ERA necesario convocar un concurso de caricaturas del profeta Mahoma? ¿Era necesario caer en una provocación que podría haber acabado en un baño de sangre a la salud de sus convocantes? Han caído los dos terroristas que asumieron en esta ocasión el papel del salvador del buen nombre del profeta. Alguien debería haberse planteado prohibir esa convocatoria que tenía detrás a una organización considerada antiislámica y de extrema derecha. Tampoco precisamente Teletubbies. Ofrecían un premio de 10.000 dólares al que estuviera más sembrado ridiculizando a un personaje histórico por el que muchos han dado y están dispuestos a dar sus vidas. ¿Es eso defender la libertad de expresión o más bien alimentar la apología del odio cayendo en la provocación? Es un daño gratuito que tal vez debiera evitarse. Con una mínima dosis de empatía se podría incluso entender algo de lo incomprensible.