Tribuna de opinión

Rafael Garófano. Investigador

Comercios privados y patrimonio público

Una defensa de la recuperación de la fachada de la tienda Herakles, en la calle Pelota

EN Cádiz, en la calle Pelota número 6, hay un comercio llamado Herakles dedicado a la venta de reproducciones de piezas y joyas arqueológicas y de arte antiguo. Es un comercio que ya estuvo instalado en las cercanías de la Torre Tavira y que, según parece, la crisis y las dificultades económicas obligó a cerrar. Lo que supone, con esta nueva ubicación, un renovado esfuerzo económico y una apuesta de riesgo empresarial.

Dicho comercio, en el local de la calle Pelota, ha realizado una actuación ejemplar, no limitándose a cambiar la actividad de la vieja zapatería que allí había (con una fachada tan precaria como casi todos los comercios gaditanos de la época) sino con una intervención integral, que llevó a descubrir interesantes elementos del subsuelo. Tinajas antiguas para almacenamiento, que ahora se pueden ver bajo el suelo de cristal y piedra de Tarifa.

La fachada se ha planteado, con respeto al modelo tradicional, sin ampliar ni abrir nuevos huecos, con expositores de madera y cristales de seguridad, para evitar las barajas metálicas que tanto afean las calles cuando se cierran los comercios. El resultado es una fachada sencilla, discreta, de aire clásico, similar a las que tienen los nuevos comercios del barrio latino de París. Concretamente, en la rue Vaugirard, en San Germain de Pres, el Ayuntamiento de París, para evitar la degradación y que no se llene el barrio de comercios de todo a cien, compra locales, los rehabilita con fachadas de este estilo y los arrienda a bajos precios por periodos anuales, en pública subasta, con el compromiso empresarial de dedicarlo a una actividad de "comercio clásico": libros, arte, antigüedades, grabados y fotografías, etc. Que yo sepa, este comercio gaditano es pura iniciativa privada, sin desgravaciones fiscales ni ayudas públicas.

Pero además, Herakles es el único comercio que hay en Cádiz en su modalidad, en una ciudad, sin tiendas en los museos ni en los yacimientos arqueológicos, que dice y publicita atender y preocuparse por el turismo. Un comercio que, además de reproducciones genéricas, tiene especial atención, incluso con piezas de elaboración propia, por ofrecer reproducciones de objetos históricos locales que pudieran servir de recuerdo cultural de la ciudad.

Con gran acierto, en los expositores de Herakles, se han colocado imágenes y reproducciones de dos de las piezas arqueológicas más singulares de la historia de Cádiz, los Vasos de Vicarello y el anillo fenicio de los atunes, con amplios textos explicativos, en castellano e inglés, sobre su naturaleza y significado. Naturalmente, este acierto en el planteamiento de la fachada pronto se ha captado y ya he podido ver, en numerosas ocasiones, no solo a turistas individuales, sino a grupos con sus correspondientes guías, parados ante la fachada del comercio comentando lo que en él se dice y expone. (Por cierto ¿puede haber algún regalo mejor por parte del Ayuntamiento, a un visitante ilustre a nuestra ciudad, que una reproducción de uno de los vasos romanos de Vicarello, con el recorrido grabado entre Gades y Roma?)

A mi entender, la fachada de este comercio se ha convertido en referente de lo que deberían ser las fachadas de los nuevos comercios del casco histórico de Cádiz. Siendo una cuestión de gustos, para la gente con la que hablo este comercio tiene la fachada más bonita de todos los comercios de la calle Pelota. Hasta tal punto, que si yo estuviese en la Delegación Municipal de Urbanismo, le haría una fotografía para ofrecerla como orientación a todo el que quisiera hacer una buena reforma de un local comercial en el casco histórico (aunque, desgraciadamente, los solicitantes suelen ir al Ayuntamiento pidiendo romper los muros de piedra, meter anuncios metálicos y luminosos, o simplemente cambiar la pintura y el letrero del comercio cutre que antes había).

Siendo este el estado de la cuestión, he leído en la prensa que la Comisión Provincial de Patrimonio, que preside la delegada de Educación y Cultura de la Junta de Andalucía, ha emitido un dictamen desfavorable a la reforma de este comercio y a la actuación llevada a cabo en su fachada. Al parecer, por la "proximidad" del local al Arco del Pópulo, las competencias no son de la Comisión de Patrimonio del Ayuntamiento. No sé si, a causa de esta competencia referencial, pretenden un modelo de comercio "más medieval", sin expositores, con un simple hueco de ventana; ignorando la evolución histórica y el presente de los locales comerciales de la calle Pelota, y forzando una tipología sin atractivo, de menor rendimiento, falta de competitividad y fuera de contexto. Una suerte de "purismo medievalista", de propia invención, con base en lo que a los miembros de la Comisión Provincial de Patrimonio "les parece".

Ante esta circunstancia no puedo evitar preguntarme, si no es más patrimonio para la ciudad este comercio tal como está, que esta Comisión con este tipo de dictámenes. Entra dentro de la lógica partidista que el gobierno municipal este callado, para no levantar la liebre de sus numerosas actuaciones atentatorias contra el patrimonio urbanístico y arquitectónico, pero se entiende mal que desde la oposición en el Ayuntamiento no se salga a defender, no a comerciantes, que también, sino criterios de actuación política que eviten el marcado componente discrecional que en numerosas ocasiones (y en esta es antológico) tienen los dictámenes de este tipo de comisiones administrativas. Se pone en riesgo la actividad comercial de los particulares, la imagen de la ciudad y su patrimonio urbano.

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