Desde el 2 de diciembre se limpian cajones. En un ejercicio de simplificación, obligado en este oficio, podemos decir que todos esos que largan son los apesebrados, los enchufados, lo que hemos dado en llamar mamandurria. Ea, a la porra, listillos, ya era hora, se acabó chupar del bote. Eso era el 'régimen'. A mí el 'régimen' me gustaba poco y el clientelismo menos. Pero conozco a unos cuantos, a muchos, que se van y nadie preguntará qué trabajo han hecho ni la cualificación que tienen. Lo mismo algunos eran gente que se preocupaba por hacer bien su curro y sabían hacerlo. Otros no, eran horribles, pero en esto no se hacen prisioneros. Tampoco nadie preguntará a los que lleguen si saben hacer lo que tendrán que hacer. Supongo que algunos serán buenos, como muchos de los que se van por el hecho de haber trabajado para el otro. Llegó la hora de la cesantía. Los recursos humanos nunca fueron el fuerte de este país.

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