Opinión

José Serrato Barragán / Coordinador De Caritas Parroquiales En El Puerto

Cáritas somos todos

A veces se lee y hasta se habla o se dice de las familias pobres, necesitadas o carentes de lo más básico que son de Cáritas, como si estas personas fueran de su propiedad o Cáritas fuera responsable directo de ellas, o si tuviera su tutela y decisión sobre sus destinos.

Este colectivo de personas no son de Cáritas. Sencillamente Cáritas está con ellos, los acoge, los ayuda y los promociona en función de sus posibilidades, y también denuncia el abuso y la marginación que la sociedad ejerce sobre ellos.

En muchas ocasiones los pobres ya no son pobres, son personas empobrecidas debido a que la sociedad les ha quitado la oportunidad de desarrollarse como personas y porque es injustamente excluyente con todo el que no está integrado en el sistema. Y si la pobreza la hemos generado entre todos por nuestra injusticia, entonces es responsabilidad de todos. En algunos sectores se critica a Cáritas por su ayuda asistencial, mientras se pone el énfasis en la promoción o en la denuncia y ciertamente son aspectos en los que Cáritas también se mueve, pero son más desconocidos o menos noticiables.

No le quitaremos valor a la promoción o la denuncia, justamente estos son los caminos para erradicar la pobreza, promoviendo el desarrollo de las personas ofreciéndoles oportunidades, y a la vez incidiendo en la conciencia social para cambiar el mundo y establecer ese mundo de amor, paz y de justicia que nos trae como buena noticia el evangelio.

Mientras les ayudamos a promocionarse y cambiamos nuestros cómodos comportamientos a otros más comprometidos, démosles de comer, vistámosles y visitémosles en las cárceles, porque esto no tiene espera, es para hoy, aquí y ahora.

En estos días y en esta Navidad estamos constatando este fenómeno de las familias empobrecidas, gentes que no eran pobres, ni en cultura ni en dinero, pero que se han empobrecido tal vez por la crisis o por la avaricia y especulación de algunos o de muchos, por eso esta Navidad hemos atendido más familias portuenses con necesidades.

Se reconoce a Cáritas y se ejemplariza esta institución cuyo verdadero carisma es la acogida, escuchando al hermano necesitado con sus virtudes y sus defectos y obrando en consecuencia, con el trato persona a persona y el enriquecimiento mutuo.

Cáritas somos todos, no es la coordinadora, no son los voluntarios, bienhechores, etc. Somos toda la sociedad que participa y se organiza como un solo cuerpo en el que cada parte hace lo posible para suplir las deficiencias o carencias de las familias necesitadas, incluso los medios de comunicación que se hacen eco de las situaciones injustas y son testigos de la realidad dan testimonio con sus denuncias y por tanto son igualmente colaboradores.

Si tú también quieres ser de Cáritas, ¡ayúdanos!

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