Hoy es 4 de diciembre. Una jornada que los andalucistas dedicamos a honrar la memoria de Manuel José García Caparrós, fallecido tal día como hoy hace 37 años. Este joven perdió su vida con tan sólo diecinueve años abatido por un disparo mientras intentaba colocar una bandera blanca y verde en el edificio de la Diputación Provincial de Málaga durante una manifestación convocada a favor de la autonomía andaluza.

Lo habitual es que recordemos su doloroso sacrificio. Que hablemos del mártir que fue en la lucha del derecho que ganamos los andaluces a gobernarnos a nosotros mismos. Que hablemos de él para condenar con mayor peso el injusto, e injustificable, trato que las distintas administraciones dan a nuestra tierra. Un trato distinto que nos separa y discrimina del resto de territorios de España y nos sumerge, con mayor profundidad cada día que pasa, en el drama del desempleo. Tristemente, de esa realidad sabemos mucho en San Fernando, con 13.932 desempleados.

Son tiempos difíciles y por eso los andalucistas creemos que ha llegado el momento de dejar de lamentarnos y de dolernos de viejas heridas para abrazar el optimismo que haga despertar en nuestras almas y corazones aquello que forja nuestro carácter como andaluces: nuestro ingenio y capacidad para salir siempre adelante y para sobreponernos a las adversidades. Os animo a buscar en el recuerdo de José Manuel la inspiración para reencontrarnos con este ingenio y esta capacidad, que, todo sea dicho, nos han obligado a agudizar la escasa atención y el poco amparo que nos prestan las administraciones.

Los andaluces estamos acostumbrados a luchar solos. Ahora toca que afrontemos los retos del futuro desde la creatividad y la valentía. Ha llegado la hora de que tomemos la iniciativa y de que no nos dejemos desanimar por esta crisis económica que parece no tener fin. Tenemos que reencontrarnos con nuestra genialidad y aprovechar las herramientas únicas que nos da nuestro carácter andaluz. Primero tenemos que soñar para luego, desde el trabajo común, hacer realidad nuestros sueños.

Éste es el carácter andaluz, el que nos hace marcar la diferencia. La bendita obstinación y la perseverancia que nos hace únicos y especiales y que, pase lo que pase, nos garantizarán un futuro esperanzador. Hoy, 4 de diciembre, os animo a que estéis orgullosos de nuestro carácter.