LA cantera es la base de todo equipo de fútbol. Su referencia, soporte y futuro. El deporte ya es parte de la estructura social. Para los jóvenes es formación, vida sana, valores y tiene como aliciente menos importante la competición. Los ojeadores buscan en las canteras de otros equipos a jóvenes con talento a los que fichar, por poco o nada, para darles una formación de alto nivel, muy especializada, y convertirles en profesionales del fútbol. Al Rosal llegan continuamente ojeadores de equipos de Primera. La cantera del Cádiz se llama Suso, Vadillo, Pirulo, Carlos García, Joselito y Bugatto. Es una pena que no acaben jugando en el Cádiz, pero es una salida profesional para chavales de la provincia que, de alguna manera, constituyen una emigración deportiva que retorna dinero a casa. En el Rosal hay buenos jugadores de infantil, cadete y juvenil. Esta temporada está destacando el Infantil A, muy bien dirigido con Chico que cuenta con la ayuda de Miguel y José Luis. 12 victorias de 15 encuentros en Primera Andaluza lo avalan. En el fútbol se dice que se juega como se entrena. Es cierto. Yo creo también que se vive como se juega. En el Infantil A se ven jugadores generosos, abiertos, que se ayudan y se animan unos a otros y que juntos trabajan mejor que individualmente. Forman un equipo. Cada fin de semana proporcionan un espectáculo que no desmerece a ningún partido televisado. Jóvenes que ya son grandes como jugadores y como personas: Brenes, Gabri, Juanje, Fran, Semy, Juan, Lavilla, Raúl Bautista, Raúl González, Jorge, Luis, José Manuel, Brenes, Paquito, José Luis, Jairo, Carlos, Juan Jesús, Javi Torres, Álvaro, Rivera, Antonio, Galván, Miguel y Toni. El mejor equipo.