Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

Campamentos a la vista en Cádiz

Acuden muchos porque en Cádiz es muy fácil acampar. Al lado de la Giralda y del Alcázar de Sevilla no se lo permiten

Soy respetuoso con las personas sin hogar. Me consta que detrás de cada uno y de cada una, en general, hay historias tristes de fracasos personales, desgracias, vidas rotas, e incluso de injusticias. Ya lo he escrito en otras ocasiones. No es sólo un lumpen social de inadaptados. Aunque también haya vagabundos que eligen voluntariamente ese modus vivendi. Es necesaria la compasión. Y, principalmente, la atención social, con una asistencia eficaz, para paliar su marginalidad, para ofrecerles cobijo (aunque sea temporal) y para hacerles ver a quienes lo rechazan que ese tipo de vida no es lo normal en una sociedad del siglo XXI, sino una anomalía. También hay que dejar claro que todo no vale. Una ciudad se debe gobernar con leyes y normas para el conjunto de ciudadanos.

En Cádiz nos hemos acostumbrado a ver escenas propias de los países más pobres de África o Iberoamérica. Y a permitir lo irregular como si fuera un derecho adquirido. Un ejemplo de los que más llaman la atención son los campamentos de los sin techos. Y no porque existan, sino por el espacio público que ocupan. En otras ciudades hay chabolismo (que es injusto), pero no se concibe que levanten tiendas de campaña en determinados lugares. Y cuando sucede, como en el caso de los indignados en la Puerta del Sol madrileña (allí comenzó todo lo de Podemos) se entendió que era transitorio.

En Cádiz, sin embargo, hay campamentos de sin techos al lado de monumentos. Pongamos por caso en Entrecatedrales, un espacio que diseñó el prestigioso arquitecto Alberto Campo Baeza para otra finalidad. Se trataba de establecer un diálogo contemporáneo entre las dos Catedrales (la vieja y la nueva), con el Campo del Sur y el mar como telón de fondo. Y con un enclave arqueológico colindante con la Casa del Obispo. Un lugar monumental de privilegio, donde no se contemplaba un albergue provisional. Para ese fin, el autor hubiera diseñado algo diferente.

Tampoco se debería permitir la ocupación en el Balneario de La Palma, ni en otros lugares emblemáticos. No por un falso puritanismo, ni por ocultar la mísera realidad, sino porque en otras zonas de la ciudad desentonarían menos. Lo mejor sería que los realojen en albergues sociales. Sin olvidar que acuden muchos porque en Cádiz es muy fácil acampar. Al lado de la Giralda y del Alcázar de Sevilla no se lo permiten, aunque el alcalde, Juan Espadas, aspire a liderar el PSOE de Andalucía.

La anarquía gaditana tiene consecuencias como esa, que para colmo se les vuelve en contra: están fomentando la pobreza en vez de paliarla.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios