DECÍA Gregorio Marañón que Cádiz es la ciudad antipalurda por excelencia. La única ciudad que nunca ha sido pueblo. O lo que es lo mismo, en Cádiz no ha habido nunca agricultura, porque los únicos campos que ha habido a lo largo de su historia son el Campo del Sur, el Campo de las Balas , el Campo de la Aviación, el Campo de las Vacas y el Campo de la Mirandilla. El Carranza es un estadio, no un campo. Cádiz es ciudad urbana sin arrabales, extrarradio ni nada que ver con el campo. Por eso no hay feria, porque las ferias eran para el ganado y en Cádiz no había. La ciudad, como todo el mundo sabe aunque Téllez en su libro no alcance a comprender, ha pasado del resto de la provincia. Si en el mismo San Fernando se festeja el fallo del penalti de Abraham Paz , qué decir de una ciudad donde la gente prefería ir en barco para no tener que usar el Camino Real , lleno de esteros y marismas. Así que fíjense ustedes lo que le importa a la gente de Cádiz lugares tan distantes como Algeciras, que está más lejos que La Habana. Cádiz es una ciudad-estado, nos es indiferente el campo y la propia provincia. Qué decir de Jerez: nos da igual si la alcaldesa se ríe de Cádiz, pone Ikea o le sube el sueldo a su guardaespaldas. Jerez es lugar lejano, con costumbres extrañas y comportamientos de alienígenas. Si se queda en Segunda como si juega la Champions (Dios no lo quiera).

Por eso resulta extraño que esté de presidente del Cádiz un cordobés empresario del aceite. ¿Qué pensaría Antonio Muñoz, en el fondo de su alma, cuando un gaditano de pura cepa, José González, al que él no quiso para el Cádiz, salvó al equipo de su tierra natal? Paradojas de la vida. ¿Qué pensará la gente que al cabo de nueve meses el Cádiz esté pendiente de recursos y apelaciones? ¿dependemos ahora de unos papeles después de haber perdido en el campo de juego? ¿porqué hacen falta ahora asesores jurídicos cuando se vendió a Lucas Lobos o a Pavoni en diciembre? ¿Entrará ahora en fase de disolución la entidad? No es que importe mucho, porque al Málaga lo mandamos a Segunda y de ahí a Segunda B para desaparecer luego y ahora está en primera y nosotros liados con jurisperitos. Quizás el río de dinero público inyectado en el patrimonio del club le salven de la disolución. De lo que no lo puede salvar nadie es de una pésima gestión.