Calle Ancha

José Ramón Del Río

Cádiz, esperando

TODOS coinciden en que no se va a presentar de inmediato una moción de censura, aunque, salvo, como es natural, los que gobiernan en el Ayuntamiento, casi todos, políticos y ciudadanos se quejan del desgobierno municipal. El periodista, José Antonio Hidalgo, en estas mismas páginas escribía que cada día se ve más lejos un acuerdo de gobierno entre los que lo ejercen y el PSOE, que si se produjere, evitaría la moción de censura. Los encontronazos personales entre los líderes de estas formaciones no aventuran nada bueno. Otros comentaristas de Diario de Cádiz, como José Joaquín León, consideran que de presentarse, convertiría a Kichi de víctima en héroe y cree prudente concederle el plazo de un año, para ver si arreglan los problemas de vivienda y de paro. Es una forma como cualquier otra, de decir que es inevitable la moción de censura, al cabo del año. Al parecer, hará falta un clamor popular, para que se presente y, entre tanto, que Cádiz se aguante.

Aunque en la misma edición del periódico, J.A. Hidalgo, parece abrirnos una puerta a la esperanza, porque con todo detalle nos cuenta que el Ayuntamiento proyecta ponerse a trabajar, con la recuperación de las fortificaciones de la ciudad; museo del Carnaval; complejo en el Campo de las Balas, con museo del Mar y un hotel; conmemoración del tercer centenario de la Casa de Contratación y un ambicioso proyecto para los depósitos de Tabacalera. Son proyectos que, de realizarse, potenciarían el turismo en nuestra ciudad, que, a mi parecer, es lo mejor que puede hacerse. Pero mi gozo en un pozo, porque la enemistad municipal llega hasta la Junta de Andalucía. Así, el hotel en la parcela que ocupaba la residencia del Tiempo Libre, en primera línea de playa, podía ser la joya de la corona, pero para esto hace falta una reforma del PGOU y la Junta acusa al Ayuntamiento de no ser diligente en la tramitación. Por su parte, el Consistorio dice que está cumpliendo los plazos y que es la Junta, la que retrasa. En lo que no hay duda es que el proyecto del mercado gastronómico en la Estación, necesita de una urbanización millonaria en euros, que ni el equipo promotor, ni Adif, ni el Ayuntamiento quieren asumir, por lo que se encuentra en grave peligro. Ante esta situación de paralización y continua polémica, los 27 concejales que se sientan en San Juan de Dios, debían llegar a un pacto por la ciudad, para que no se pierda, lo que puede perderse por sus disputas. La ciudad se lo agradecería, porque aunque vieja, como trimilenaria, no tiene mucho aguante.

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