LA primera vez que le vi fue en La Caleta, con un bañador hortera, de esos del Piojito. Era la imagen de un hombre espigado, tirando a Quijote, que recogía papeles y botellas mientras paseaba por la arena en una época en la que la palabra ecología aún no estaba en el vocabulario de la mayoría de los gaditanos ni mucho menos en el de los caleteros. Poca gente allí sabía que se trataba de un escritor de renombre. A muchos les parecía un excéntrico por recoger lo que otros tiraban con esa costumbre tan gaditana de pensar que por hacer eso ya cobran otros.

En pleno verano, cuando pocos piensan en cultura con mayúsculas, él organizaba en el Club Caleta conferencias sobre distintos asuntos, mayoritariamente de literatura. Entre el peculiar público que allí se reunía andaba yo, que en esa época le llegaba a la cintura.

Años después, fui a que me firmara el libro La Canción del Pirata y me lo adornó con su particular firma, la mojarrita de tres colores.

Mi amor por la literatura me llevó a ser narradora. De adolescente, con toda la ilusión del mundo, le invité a una sesión en la que iba a contar algunos cuentos suyos. Empecé mal, porque a él no le gustaba que le llamaran "cuentos" a sus relatos. Observé con cuánta atención me escuchaba y, cuando acabé, me criticó que hubiese omitido algunas palabras de su texto. Algo que hice con la única intención de convertir la literatura escrita en oral. Lejos de desagradarme su comentario, me hizo ver el primor con el que trataba cada uno de sus textos.

Siempre tendré que agradecerle que, a través suyo, haya podido conocer a personas tan importantes para mí como la poeta Carmen Moreno, el escritor Juan José Téllez, la profesora Ana Sofía Pérez-Bustamante, a su biógrafa Amalia Vilches, a sus hijos Mauro y Mariela y a su viuda, Nadia Consolani.

Una de las cosas que más me sorprende de este Cádiz nuestro es que hay mucha gente que no sabe quién es Fernando Quiñones, el de los libros, el de las conferencias, el de los artículos del Diario de Cádiz, el de La Caleta, el del flamenco, el del cine… Hoy tiene lugar la I Ruta Quiñones, que servirá para que le recuerden los que ya le conocen y para que los que no han tenido ese placer comiencen su andadura por el Universo Quiñones.