Los numerosísimos aficionados al fútbol que hay en Cádiz están que no se lo creen, con el equipo de la ciudad en Primera División. En los últimos partidos que se jugaron en Seguna, la temporada pasada, parecía que iba a peligrar el ascenso, pero se cumplió el dicho de que el que guarda halla. Por eso el equipo amarillo logró la renta suficiente, por los logros anteriores, para conseguir el ascenso.

En esta ciudad, cuyos habitantes pueden tener muchos defectos, hay algo que les redime y es que, cuando las cosas van bien, se contagian todos, por lo que la alegría por el ascenso la sienten no sólo los socios del club sino que también el resto de la población.

Y es que, además, los primeros pasos en la División de Honor del fútbol español han supuesto unos éxitos inesperados y fuera de todo pronóstico que han hecho que, como dijo el Rey Felipe VI en su última visita a Cádiz con ocasión del 150 aniversario de este periódico, "Cádiz es de Primera". Y tanto, porque un recién ascendido ha logrado ganarle contra todo pronóstico a los dos equipos punteros del fútbol español, como son el Real Madrid y el FC Barcelona.

Ahora habrá que tener cuidado con las administración del desencanto, o sea enfrentarse con la dura realidad. Y además la prueba empieza pronto porque leo en estas mismas páginas que el equipo afronta un maratón de cuatro partidos en el breve lapso de tiempo de 10 días.

Por culpa de la pandemia del Covid-19 y de lo apretado del calendario, no se trata, como sólía ser habitual, de un partido a la semana, sino que será un partido cada dos días y medio, entre el 14 y el 23 de diciembre. Y de ellos, además, tres partidos serán fuera de su campo. Comienza este lunes acudiendo a Vigo para jugar contra el Celta y rematará en la víspera de Nochebuena, visitando al Betis, en Sevilla.

El Cádiz CF está ahora en el quinto lugar de la clasificación y es el momento de recordar a aquellos presidentes y directivos del club como Julián Arana y Manuel Irigoyen, que desde su modestia pusieron los cimientos de ese pedestal en que el hoy se encuentra el equipo de fútbol de la ciudad. Y si hay que cambiarle el nombre al estadio donde juega por el capricho de su dueño (yo ya escrito que no hay ninguna necesidad), habría que llamarle si acaso Ciudad de Cádiz, como reconocimiento a sus habitantes.

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