Estamos todos de acuerdo en que Cádiz es la medida de todas las cosas, desde El Último Tramo a los cargadores de la Vera Cruz, desde Pina a Vizcaíno, desde los martinistas a los aragonesistas, desde Pablo Durio a quien esto escribe. No hay discusión al respecto. En cualquier aspecto Cádiz establece el canon: la música, el fútbol, la Semana Santa, el clima, la arquitectura, la gastronomía, el arte, la simpatía de la gente o mismamente el viento. Se mire donde se mire queda establecido que Cádiz es medida universal. Ahora bien, podríamos discutir cuándo se forjó el canon y quién lo establece. Ahí entramos en controversia. Pablo Durio le llama cadímetro, mucha mejor denominación que la establecida por mí mismo para los comentarios de mi prima: gaditanio. Donde va a parar, aunque en el fondo se trata de lo mismo. Hables de lo que hables, hay una medida gaditana que sirve de referencia universal. Hasta para copiar a Sevilla se hace a la manera gaditana . El año que viene ya están preparados unos espontáneos para gritar lo de "¡Alá es grande!" y formar un tumulto en cualquier momento al paso de una procesión. Por ejemplo, el domingo en la salida de la Borriquita y el Despojado. Ya que se forma un tumulto se haga a la gaditana, de manera tal que el personal pueda terminar en la playa o en una terraza tomándose una Cruzcampo(¡cómo no!) bien sea La Mirilla o Barra7.

Si por ahí montan canapés, en Cádiz hay croqueteo. Si por ahí se pegan unas mangoletas a costa del dinero público, en Cádiz nos conformamos con un mechero, una camiseta o un cartel. Incluso con unas sillas de la Carrera Oficial , unas entradas del Falla o un cuelo en el Carranza, que para algo tiene el palco más grande de la Liga de Fútbol Profesional, para que los jetas de Cádiz puedan entrar por la cara con todo el arte del mundo : colegas del coro de Vizcaíno, integrantes de la amplia familia de Quique Pina, sobrinos de las concejalas de Podemos , expertos en exoplanetas o exopolítica y todo así. Estos días que nos vemos sepultados por cruceristas y madrileños podíamos hacer un Taller de Gañoteo Gaditano, como si fuera de Risoterapia o una Besada Lésbica, por decir algo.

El caso es que andamos entretenidos sobre si una cofradía sale media hora antes o media hora después, que al obispo le importa más la Madrugá que si un cura veja a sus alumnos o un gay es padrino en un bautizo. Se nota que este hombre no es de Cadi Cadi, sino más bien de Getafe o del Cerro del Ángel.