Cabreados

María Jesús Castro y Rafael Ruiz Canto son las dos caras de la misma moneda, pero al revés

No sé si soy injusto al definir como "cabreados" a personas como el ex parlamentario, Rafael Ruiz Canto. "El que suscribe, como militante (de) base, después de haber sido olvidado 'Quizá por no doblegarme ante las imposiciones y las miradas contra el alzamiento de la razón', cosas que no se permiten y por el contrario se persiguen, se identifica plenamente con esos desapegados militantes, que observan como a modo de club privado, se reparten las acciones de participación entre la élite de siempre, cerrando puertas a la verdadera vocación de servicio público y representación que debiera ser el motor principal".

Se trata de la carta de dimisión del ex militante del PP, publicada en Con la venia, el blog de Fernando Santiago. Va simultánea esta sublevación a lo que, según me dicen con todas las cautelas, se ha producido en el PSOE, en donde el Comité Federal va a extraer con guantes quirúrgicos a Fernando López Gil, votado en la sede de San Fernando y otras, creo, para incrustar a la ex senadora sanchista de San Fernando y enemiga declarada del susanismo y de López Gil, María Jesús Castro. Un verdadero dolor de cabeza para Patricia Cavada y sus cercanos.

Son dos ejemplos de estos días convulsos. Lo de Ruiz Canto es más contundente. Leo: "Por ello, tras una intensa y dilatada meditación, después de haber visto cómo (de) nuevo se ha llevado a cabo el sesgo del partido, en la conformación de las estructuras institucionales para continuar manipulando el poder orgánico desde el control de los puestos designados, castigándose abiertamente a quienes desde el primer momento hemos optado por la renovación del Partido Popular, con el apoyo expreso, valiente e ilusionado a Pablo Casado, durante la lamentable utilización llevada a cabo por el Sorayismo continuista".

Rafael Ruiz Canto habla claro, no cabe duda. En estos casos, los perros viejos se callan, miran para otro sitio y esperan a que "descampe". Pero ahí queda y a saber si el ex parlamentario es un verso suelto o hay un grupo detrás dispuesto a seguir denunciando la ocupación institucional de Antonio Sanz y otros. Loaiza mismo se decantó por Pablo Casado, ¿qué pasará con él? María Jesús Castro y Rafael Ruiz Canto son las dos caras de la misma moneda, pero al revés. A una la meten con calzador y al otro lo sacan sin contemplaciones, ¿por las razones aducidas en su carta-dimisión?

La traca final, como era previsible, es el colofón de la carta: "Por tanto comunico mi dolorosa decisión de causar baja(…)como consecuencia de la carencia de Libertad de expresión y la ausencia de Democracia (…)". Fin de la cita.

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