EL CABALLO Blanco o el Caballo de Troya, juzguen vds., habituados a los caballos de Troya que el Ayuntamiento nos cuela para el beneficio general.

Además de Izquierda Unida, parece que Acocen ha solicitado dictamen jurídico para impugnar y denunciar el reciente acuerdo de la Junta de Gobierno Local de conceder licencia urbanística para la construcción de varios edificios en los terrenos del clausurado hotel Meliá Caballo Blanco. Según parece, la impugnación del acuerdo municipal se basaría en graves defectos de forma en la tramitación administrativa, ausencia de preceptivos informes, documentación de desarrollo previo y estudio de detalles. Parece también que el asunto es denunciable ante la justicia por presunta negligencia de la Junta de Gobierno Local, sabedora de lo dispuesto en el PGOU tras la modificación puntual aprobada el 28 de diciembre de 2001 en el ámbito de la subzona COH1, y que afectaba al uso urbanístico de 11 solares edificados como hoteles. El objeto principal de esa modificación fue posibilitar la modernización y ampliación de plazas turísticas de los establecimientos existentes, facilitando así su mayor competitividad. Entre las condiciones su dedicación y uso exclusivo hotelero, y entre las concesiones el aumento en un 20 por ciento de la edificabilidad (salvo en el centro), de ocupación de parcela hasta el 60 por ciento, de agregar parcelas y alturas.

Sobre este caballo de Troya no quiso montar el entonces alcalde Fernando Gago, quien días antes del 27-M sufrió amenazantes presiones para sacar la licencia urbanística mediante avocación, es decir, por obra y gracia del alcalde y saltando la reglamentada Junta de Gobierno Local. Gago debió oler el tufo de las tripas del caballo.

El actual alcalde y la concejala de Urbanismo saben perfectamente que la Junta de Andalucía no abrirá sus puertas a este asunto y menos aún un Tribunal. Ambos deben saber que además de los presuntos defectos formales existe uno muy grave de fondo: no cuela vender como uso compatible hotelero los edificios aislados para uso comercial, esos más de 6.000 metros cuadrados previstos, por mucho Mercadona que allí se pretenda. ¿Blanco o Troya?.