EL ALAMBIQUE

Alejandro / Barragán

Cabalgan juntos

SE busca. La Policía Local solicita públicamente la colaboración ciudadana. Esto es serio. Hay que identificar a dos personas que con sus caballos, supuestamente, han roto una de las pasarelas de madera que bajan a la playa. Han incumplido la ordenanza de tenencia de animales y el bando de playas. Deben ser peligrosísimos pues rara vez el Ayuntamiento reclama colaboración ciudadana. Y yo, que me siento ciudadano y colaborador, me veo obligado, moralmente, a echar un cable. Sé perfectamente que lo primero que hay que hacer ante este tipo de situaciones es dirigirse al lugar del crimen. En este caso: destrozo de elementos de la pasarela de madera con caballos vivos. Sin embargo, me he tomado la molestia de emprender la investigación lanzando una hipótesis. En plan científico.

Han de ser personas que tengan y sepan llevar caballos. Eso está claro. Pregunto a tres de mis vecinos y todos dicen que ni tienen ni saben. Deduzco, en consecuencia, que los vándalos a caballo no viven en mi bloque. Empíricamente, me doy cuenta de que la investigación va a resultarme muy dura.

Así que paso del modo empírico y me conecto al modo doy-mi-opinión-y-punto. Puesto que iban a caballo por La Puntilla, y no por la playa de Las Redes, he descartado a todos los jinetes que nunca van a La Puntilla. Luego, sabiendo que su distracción se basaba en romper unos maderos, podemos decir que son xilófobos o xiloclastas. Y de ésos, en El Puerto hay pocos. Y como tanta persecución municipal, con llamamiento al ciudadano incluido, no es normal, supongo que detrás de todo esto hay algo más que una pasarela de madera rota.

El listado de sospechosos se ha reducido bastante y, como me quedan pocas líneas, levanto las cartas que tengo: o son rumanos, o chinos, o son músicos, o jovenzuelos de El Tejar, o dos yonkis.

Justo cuando voy a llamar a Jefatura para relatar mis pesquisas, caigo en la cuenta de que, efectivamente, aquí hay gato encerrado. En ningún momento ofrecen pistas. No dicen de qué color eran los caballos. Qué aspecto tenían los jinetes, o amazonas. Y lo peor, no ofrecen recompensa. Pues vaya. Mejor me guardo mis indagaciones y que se busquen ellos las papas. conexioncastillito.wordpress.com

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