Cada dos semanas se forma un botellón con consumo de bebidas alcohólicas y otras sustancias rodeando un parque infantil en la plaza Pintor Clemente de Torres. A pesar de que se incumple claramente la ley antibotellón, no sólo se permite y se hace la vista gorda, sino que además se apoya públicamente con la instalación de urinarios portátiles y un servicio de recogida de residuos extraordinario que se lleva a cabo nada más empezar el partido. Ese Cadi, oé. Todo sea por el equipo amarillo. Estamos hablando de lo importante y no vayamos a pisar el callo inadecuado del Cádiz para que el circo se nos ponga en contra. Coches en las aceras aparcados que cualquier día de la semana son recogidos en cuestión de minutos y a los que se les pone una papeleta rosa en el parabrisas como es de rigor, menos si juega el Cádiz. Esto es la ley de la selva. Kadi City, ciudad sin ley para gritar "Ese Cadi, oé".

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