Buen principio

Se trata de dos personas afables, que disponen y aprecian la gracia ocurrente de muchos andaluces

La relación entre el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno y el alcalde de Cádiz, José María González, no ha podido comenzar mejor. Al menos si hacemos caso a la magnífica foto que publica este Diario de Cádiz en la primera página del pasado jueves. De la foto es autor Joaquín Hernández (a) "Kiki", que no necesita de adornos psicológicos para mostrar la realidad que él ve y que quiere que veamos. Hace más de 36 años, cuando era un principiante casi desconocido en el mundo de la fotografía, le encargué mi foto para la cartelería de la campaña electoral, en las primeras elecciones autonómicas andaluzas y por eso sé que no hace falta pedirle "sácame bien".

En la foto de la portada del Diario se observa a nuestro alcalde muy divertido y al presidente de la Junta que se dobla de risa, ante lo que González le cuenta. No se trata pues de una composición preparada y pedida por el fotógrafo, sino la captura de una realidad. Y es que se trata de dos personas afables, que tienen buen carácter y que al parecer, disponen y aprecian la gracia ocurrente de muchos andaluces. A Ambos personajes los he tratado muy poco; al alcalde en dos o tres ocasiones y solo unos minutos. Me horroriza esa expresión "desde el abismo ideológico que nos separa" que algunos conspicuos de izquierda me decían en mis tiempos del Parlamento de Andalucía, para justificar que apreciaban mi trato y es que la ideología solo puede separar a las personas a la hora de votar, pero no para convivir.

Menos aún he tratado al flamante presidente de la Junta de Andalucía, con el que he coincidido solo en dos ocasiones: la primera en Jerez donde satisfizo el poco ego que me queda de mis tiempos en la política, diciéndome que me conocía por mis actuaciones parlamentarias. La segunda fue en su toma de posesión, hace pocas fechas, en el Hospital de las Cinco Llagas, pero era tal la marea humana que al terminar el acto se acercó a felicitarle, que renuncié a presentarle mis respetos, como se decía. Sirvan estas líneas para darle mi enhorabuena y para pedirle que no se apresure más de lo necesario, inquieto porque es el único político al que no se le han concedido, no cien, sino ni siquiera cincuenta días, para juzgarlo.

Que duda cabe que es mucho mejor que los políticos, de los que dependen el bienestar de la ciudadanía, se lleven bien y que no anden a la trifulca. Con Cádiz, la Junta de Andalucía no se ha portado bien, por lo que cualquier actuación de ahora, será bien recibida.

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