El pescado de estero parece que empieza a ofrecer brotes plateados. Parece que empieza a haber indicios de que podemos estar ante un nuevo tesoro emergente gastronómico en la provincia de Cádiz.

La Asociación de Hosteleros de San Fernando (Asihtur) ha celebrado en el castillo de San Romualdo una muestra gastronómica dedicada a los productos de los esteros. Muchos de los cocineros más importantes de la ciudad han preferido dejar personalismos y han realizado un menú conjunto de tapas que han ofrecido en una muestra gastronómica con caché, porque querían darle un "entorno" más cuidado a uno de los productos más singulares de la ciudad y también de la Bahía de Cádiz, el pescado de estero.

En los mercados de abastos, sobre todo en los de Puerto Real y Chiclana, cada vez es más fácil encontrar en los puestos lisas, robalos, lenguaos y otras maravillas que se dan en los esteros y según informan fuentes del sector empieza a haber interés por parte de algunos empresarios de recuperar la actividad en salinas abandonadas.

A esto hay que unir también el impulso importante que se lleva dando desde hace varios años en El Puerto de Santa María a estos productos. Allí se realiza también en un entorno cuidado una jornada dedicada a estos productos y el cocinero Angel León también está realizando una promoción importante de esta cocina. De hecho su establecimiento se aposenta sobre una zona de esteros y la lisa es uno de sus productos fetiches.

El interés por la cocina de los esteros empieza ya incluso a verse más allá de la zona de la Bahía de Cádiz y esto es muy importante. De hecho La Caleta Gaditana, un establecimiento especializado en cocina de la provincia en Madrid y que ya tiene dos locales en la capital, celebra estos días unas jornadas dedicadas al pescado de estero. En las jornadas emplean también algas y ofrecen acompañarlo con vinos de las bodegas Diez Mérito de Jerez.

El pescado de estero y los jereces se llevan muy bien. Ya lo demostró hace unos años González Byass cuando hizo unas jornadas combinando ambos productos. Sería muy interesante desarrollar una alianza estratégica entre estas dos delicias y promocionarlas conjuntamente. Dos tesoros suman más que uno.

El pescado de estero empieza a dar brotes dorados, como el color de la piel de sus pescados. Es una alegría para la Bahía de Cádiz que podría encontrar en este mundo una seña identidad gastronómica muy interesante. A ver si somos capaces de conseguir resultados como los que hemos obtenido con el atún de La Janda o los quesos de la Sierra.