HAY que ver donde están construyendo el carril bici. No hacen nada derecho estos munícipes. Sólo la pugna por anotarse tantos políticos en este puerto marinero ha debido de ser la máxima a tener en cuenta para llevarlo a cabo y no el imperativo europeo de dotar a las ciudades de este siglo de carriles para circular las bicis. El absurdo de encontrarlos en los lugares más transitados peatonalmente y cercanos a lugares públicos demuestra la ausencia de cordura en los respetables. La construcción del carril junto a la Comisaría de Policía Nacional, al Centro de Especialidades (antiguo ambulatorio del Carmen), o en el club de judo son un ejemplo de ello. Aunque a este último le ha beneficiado este improvisado aparcamiento para que los papás dejan a sus bruslí a que den patadas.

La idea, partiera de donde partiera, da igual la adscripción política, no es mala. Al contrario, es estupenda pero con los matices pertinentes. Quizás hubiera sido mejor construirlo por lugares menos céntricos y más alejados del mundanal ruido porque en vez de poder disfrutar del uso del mismo lo que provoca son situaciones caóticas entre la gente normal. No se ven bicis por el carril en estos lugares y sí por el construido en la avenida que llega hasta Valdelagrana o dirección Vistahermosa, Fuentebravía... demostrando a todas luces con ello que no existe un sector sobre ruedas circulando por la ciudad sino un sector que usa su bicicleta para disfrutar y no como medio de transporte. Quizás en otras ciudades europeas, el uso del carril sea generalizado pero en este puerto marinero, estamos aún a años luz de esa circunstancia.

Resulta difícil sortear el carril con su bordillo a pie de calle que sólo provoca traspiés a los peatones, barreras arquitectónicas y situaciones caóticas entre el gentío, que somos todos. La gente normal cruza las calles, por ejemplo la zona de la Comisaría de Policía Nacional y camina por el carril bici como si de un ensanchamiento de la acera se tratara.

Es triste que el dinero empleado no le duela a nadie (porque no sale de su bolsillo) y estoy segura que pasado un periodo de tiempo -nada largo- los siguientes en llevar las riendas de tan otrora bonito puerto lo elimine de un plumazo y ponga en su lugar lo que se lleve en ese momento.