ES muy probable que la Cumbre Iberoamericana de Cádiz sea recordada en esta ciudad por los autobuses gratis. En el resto del mundo, no sé. Pero en Cádiz, por los autobuses, un símbolo. En los tiempos de Franco se decía que llevaban a la gente a la plaza de Oriente en los autobuses gratis y les daban un bocadillo. Pero después se decía que la UCD con Suárez, el PSOE con Felipe y el PP con Aznar hacían lo mismo para llevar gente a sus mítines. Lo del bocadillo, en la Cumbre de Cádiz, ha sido recortado por lo sano. En la línea 1 del autobús gratis no les van a dar un bocadillo de jamón, porque se pueden mosquear.

Ahora os vais a enterar para lo que sirve una Cumbre Iberoamericana. Cuando la de Salamanca, en 2005, los naturales de dicha ciudad las pasaron canutas para moverse. Como aprendieron de entonces, las autoridades han decidido, con mucho acierto, poner los autobuses gratis. Una cosa gratuita en Cádiz ya tiene garantizado el éxito. No descarto que alguien se suba en la Cuesta de las Calesas (pues a ciertas horas no llegará a la plaza de España) y vaya hasta Cortadura dos o tres veces, aprovechando la collá. Hay gente rara para todo.

Estas medidas son estrictamente necesarias. Las cumbres tienen un protocolo, que hay que cumplir. Por ejemplo, hay que retirar los contenedores para que nadie eche una bomba en el de vidrio como si fuera una botella de anís. Y nada de aparcar en las cercanías, por lo mismo, y porque en Cádiz no se puede aparcar, que ya es un motivo. Los peatones se podrán mover hasta cierto punto y verán a las autoridades presentes de lejos. A Cristina Fernández de Kirchner ni siquiera la van a ver. No viene, a pesar de que Buenos Aires tiene una calle cerca del Consulado de Argentina. Las ausencias ya se suponían. Peor para ellos, que se lo pierden, y no van a conocer las suites del nuevo hotel Atlántico.

En cuanto a las molestias a la ciudadanía, tampoco es para tanto. Quien algo quiere algo le cuesta, menos el autobús gratis. Nos hemos pasado años y años diciendo que lo mejor del Bicentenario sería que nos traería un nuevo puente, el AVE a Cádiz y la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estados y de Gobiernos. De todo eso, sólo ha llegado la Cumbre, lo único que no se ha aplazado, así que no nos vamos a quejar. Ya ha sido un detalle de malanges poner una huelga general en las vísperas de la Cumbre de Cádiz, que es una vez en la vida, pero tampoco nos vamos a quejar por eso. El gaditano ya traga con casi todo. Pierde el Cádiz por 2-5 contra el Arroyo y ni siquiera echan al entrenador.

Esta Cumbre Iberoamericana será un acontecimiento para contarlo a nuestros nietos. Por segunda vez en 2012, Cádiz aparecerá en el telediario.