Arde el Carnaval

Ayuntamiento y carnavaleros han ofrecido una imagen catetil y prepotente al retrasar el Carnaval sin mediar palabra

LOS carnavaleros de Cádiz y su Ayuntamiento han ofrecido una imagen catetil y prepotente al retrasar el Carnaval sin mediar palabra y sin importarles que las coplas se pisen con las ferias más importantes, la Semana Santa, el final de curso, la Selectividad, el Rocío y hasta el Corpus. El Ayuntamiento justificó tan sorprendente aplazamiento por el temido repunte de positivos, y lo que nadie sabe es si su comité de expertos está asesorado por los enteraos. La duda surge porque lo anunció a la vez que las autoridades de Salud daban un nuevo paso a la normalidad, eliminando los límites de aforo en cines y teatros. Si de verdad el alcalde y sus cortesanos se creen más listos que todos sus paisanos, poco más hay que decir. Pero si se saben tan mortales e imperfectos como el resto, ¿por qué ir a contracorriente? Martínez Ares ya ha dicho lo que muchos piensan y con razón: si esta idea la impone Teófila en su día, arde Cádiz. Tal vez el equipo de Kichi obvió los planes de Salud o no se entera o no le interesan. Lo cierto es que un globo de helio no se elevaría con tanta facilidad por encima de la tierra. De haber contado con toda la información, podrían haber mantenido el Concurso en su fecha para comprobar la evolución de la pandemia antes de decidir sin precipitarse. Ahora el follón será de categoría si no media la cordura.

A la vista de tanta precipitación y de que varias poblaciones ya han dicho que respetarán el Carnaval en febrero, esos cobistas que rara vez van de frente ya señalan a los palmeros de Lola Cazalilla como responsables de que el Concurso lo condicione todo, aunque ellos tampoco se mojaron. Al final, no todo el mundo está de acuerdo y podríamos tener dos carnavales, con permiso del Covid. Callejeras y romanceros no dejarán pasar febrero sin cantar y las agrupaciones punteras ya tienen ofertas para cantar sus antologías en el mes más loco. Por no hablar de los copleros que planean pedir permiso para cantar en febrero si Sanidad lo permite: ¿qué les responderá Kichi, entonces?

Muchos cofrades se preguntan qué harán cuando se tengan que decantar entre los ensayos de las cuadrillas y de las agrupaciones, y no pocos carnavaleros no cantarán en primavera porque no quieren renunciar a la Semana Santa para preparar el repertorio. Igual que los ciudadanos no entienden que algunos centros de salud parezcan aún un búnker cuando ya no hay restricciones para la cultura y el deporte, muchos aficionados no comprenden por qué se retrasa el concurso con los teatros llenos. De esta suerte, cuando tienes que explicar las cosas demasiadas veces, lo más seguro es que te hayas equivocado. Y podría ocurrir que regresen las procesiones, que los centros comerciales rebosen en Navidad, que las zambombas vuelvan por todo lo alto y que el Carnaval se viva por dentro. Como el virus nos respete en febrero y se escuchen coplas por las esquinas, a ver quién se resiste siendo gaditano

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios