Sin haberse constituido todavía el gobierno de la Reconquista, el PP, con su ala cuartetera (Vox) y con su ala acomparsada (Ciudadanos) ha aplicado, con gran eficacia, el artículo 155 de la Constitución, en su modo, ¡banderita tu eres gualda! y parece que han suspendido la autonomía andaluza de modo preventivo… por si acaso.

Con el mayor descaro, las reuniones para decidir qué se hace en Andalucía se están produciendo en Madrid entre dirigentes nacionales de estas formaciones y a Juan Macpollo Moreno no lo llaman ni para que escoja si quiere las papas fritas de la hamburguesa con mayonesa o con Ketchup por lo alto.

Lo cierto es que en la tarde de ayer el repertorio era de lo más conseguido. Vox interpretó varias parodias de categoría como la de la toma de Granada, realmente exquisita tanto en letra como en música y también la de la devolución de las competencias de Sanidad. En este sentido seguro que defienden un mejor "reparto" de la Sanidad Andaluza… un mejor reparto entre algunos patriotas que habrán visto negocio en el tema. No olvidemos lo bien que "repartió" las viviendas públicas la patriota Ana Botella en Madrid.

Cuplés exquisitos también los que cantaron los del PP, muy en tono de chirigota rancia, de las de antes. Me gustó mucho el que terminaba diciendo "estoy estupefacto, estupefacto" y espectacular el pasodoble "un sillón pa mi y otro pa ti" que cantaba Juan Marín, ciudadano andaluz. Al pobre mío parece que le habían dejado en Sevilla jugando a las casitas (versión sillitas) mientras los hombres de verdad decidían, donde se tiene que decidir, el futuro de las ocho provincias andaluzas.

El desprecio a Andalucía por parte de estos tres partidos es más que llamativo, ignorando claramente a sus dirigentes regionales, a los que han presentado a las elecciones y tomando las decisiones a nivel nacional como si ya se hubiera aplicado aquí la suspensión de la autonomía.

El papelón por todas las partes es de categoría. Los primeros por ignorar a las personas que ha presentado a las elecciones en Andalucía y los segundos por dejarse ignorar de una manera tan descarada y sin que por el momento, al menos públicamente, se les haya escuchado alguna queja… lo que nos espera.

Está claro que a Casado, a Rivera y a Abascal se les ve mucho el plumero…carnavalescamente hablando, claro.