TENGO claro cuál es la adscripción política de los pandilleros que están formando bronca en estas noches de queda por todo el país. Ni ultraderechistas ni ultraizquierdistas. ¡Es evidente que son de Ciudadanos! ¿No han visto ustedes en televisión a ese grupo que gritaba "derecha, izquierda, son la misma mierda"? Es merididano: son de centro, sobre todo viendo cómo además eran capaces de mantener el equilibrio más o menos estable con el vaso en la izquierda y la piedra en la derecha..

A conclusiones tan absurdas como esta del primer párrafo podríamos llegar si nos pusiéramos a hacer análisis políticos o sociológicos sobre las últimas algaradas en varias y repartidas ciudades. A mí no me sale, me resulta imposible acertar con el análisis, pero creo tener claro que estos sucesos, muy limitados todavía, no responden a la crisis sanitaria ni económica.

Tal vez sí tengan un componente social, pero no entendido esto como acciones de gente empujada a la protesta por su situación desesperada, sino más bien como agrupación de personas con el cerebro desocupado y una nula percepción de la vida en comunidad, esos que, como mucho, sólo conciben una idea común si se viste con los colores tribales de su equipo de fútbol. Tengo para mí que las numerosas víctimas de esta crisis (que, como siempre, suelen pertenecer al mismo estrato social) no se han lanzado mayoritariamente a quemar contenedores, ocupados como están en torear el momento con los mejores resultados posible para ellos y los suyos.

Por el contrario, la idea de la libertad vociferada que esgrimen los alborotadores contradice aquella de que la de cada uno acaba donde empieza la de los demás, y pone los límites de este bien tan precioso para los humanos en los únicos contornos de sus cuerpos y sus, por fuerza, estrechas mentes.

La vertiente política viene de otro lado, del hecho evidente de que tal ejército asimilable a los walking dead de ciertas series es alentado y manipulado por ciertas formaciones, corrientes y partidos. Son los mismos que en redes, periódicos y emisoras se manifiestan empeñados en negar la legitimidad y constitucionalidad de este gobierno salido de las urnas, y de un estado de alarma que puede ser a priori excesivo en su duración pero que ha sido votado muy mayoritariamente en el Congreso, con la única oposición de Vox.

Ahora que caigo: la extrema izquerda no puede estar detrás de los incidentes, puesto que está en el Gobierno y apoyó el estado de alarma... ¿no?

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