Admiradores de Pemán

Con el pretexto de su "franquismo" incluso le llegaron a calumniar, acusándoles de crímenes

He leído con especial satisfacción el artículo que escribe Luis Sanchez Moliní, que titula "Lecturas ejemplares: Pemán e Interviú" y que publica en Diario de Cádiz, fuera de los lugares habituales para los artículos de opinión.

En el artículo se cuenta que en los jardines del Prado sevillano, se han instalado puestos que venden libros de segunda mano ("al precio de pictolín") y entre ellos topó con el escrito por José María Pemán, titulado "Mis almuerzos con gente importante" y, sin regateos, procedió a su compra inmediata, completando con ello, en su biblioteca, el libro que había editado Escelicer (aquel establecimiento de dos plantas de la calle Columela de Cádiz "Establecimiento Cerón y librería Cervantes" al que yo acudía los sábados por la tarde, para proveerme de lecturas, para el fin de semana) donde el gaditano "mezcla el clasismo formal con la luz y la sal de su Cádiz natal". En "los almuerzos…" aparece Pemán como…un escritor muy moderno y desahogado, casi atropellado e hiperbólico, lleno de ironía y buen humor."

Creo haber dejado claro en estas páginas, a través de los muchos artículos que he dedicado a Pemán ("al que la Memoria Histórica, ha condenado a la semiclandestinidad") al que conocí y traté, mi admiración por él. Y no solo por sus escritos, sino también por sus actuaciones. Y por eso, como tengo en alta consideración a Luis Sanchez Moliní, me he enorgullecido por la opinión que el mentado, tiene de él.

Pero esta opinión no es compartida hoy por la oficialidad. Así, el Ayuntamiento de Cádiz, ha retirado la placa que se encontraba en el exterior de la c/ Isabel la Católica en la que nació. También le quitaron su nombre al teatro del Parque Genovés, e igual suerte ha corrido el busto que estaba en el teatro Villamarta de Jerez. Todo esto con el pretexto de su "franquismo", incluso le llegaron a calumniar, acusándole de crímenes, cuando era un liberal monárquico, sin apego a la dictadura. Y todo se ha resuelto sin dar trámite de audiencia a los familiares. Antonio Burgos ha dejado escrito que, mientras que para Rafael Alberti, hubo paz piedad y perdón, no la hubo para Pemán. Aun así, como escribe Sanchez Moliní, siempre nos quedaran sus libros. Y también su gracia gaditana, de la que hizo gala en muchas ocasiones.

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