Dicen, y parece que con toda la razón, que Clint Eastwood es muy de derechas. Sus declaraciones y sus apoyos reiterados a candidatos republicanos muy conservadores en Estados Unidos no dejan lugar a dudas. Sus películas, sin embargo, las admiten todas, pero despejan con claridad una certeza: es un gran humanista. Aparte de haberse convertido, por mor de su carrera, en un estupendo director, es ya también un gran retratista de ciertos sentimientos, se diría que americanos pero en realidad universales. Ahora dicen, también, que su más reciente film, Mula, será definitivamente el último de su carrera. A sus 88 años se ha ganado el derecho al descanso, pero nosotros, los fieles seguidores de cualquiera que sepa contarnos una historia como se ha hecho desde el principio de los tiempos, dejaremos escapar un largo suspiro de tristeza resignada.