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Adiós, alcalde

Es un hombre cabal, que no exagera su importancia. En definitiva, un hombre prudente

Con estas líneas quiero despedirme de José María González Santos, más conocido como Kichi, que ha sido alcalde de Cádiz desde 2015 y ha anunciado que, cumpliendo lo que prometió, renuncia a presentarse a la reelección, una vez que ha agotado los dos mandatos. Esta renuncia es un propósito que necesita mantenerse hasta la salida de las listas electorales, porque cuántas veces hemos visto que, con pretextos varios el interesado acaba figurando en las listas electorales. De estos pretextos el más usado ha sido "me lo han pedido", o "no he tenido más remedio". En este caso considero que Kichi es un hombre serio y mantendrá su propósito, que hizo cuando fue elegido: ser alcalde con una sola reelección.

Yo no estoy empadronado en Cádiz y como no voto, no debía de interesarme quién será el próximo alcalde. Pero todo lo de Cádiz me interesa y me creo con derecho a opinar. En Cádiz han sido alcaldes, con mayor o menor éxito en el desempeño de su cargo, personas tan ilustres como Luis José Gómez Aramburu, Agustín Blázquez, Cayetano del Toro, Fermín Salvoechea y Manuel de la Pinta entre otros. El actual nació en Rotterdam, que parece ser la cuna apropiada para los alcaldes a la vista de la relación que se contiene en Wikipedia, donde cifran en 210 los alcaldes nacidos en esa ciudad. Los futbolistas nacidos allí son "solo" 200.

Volviendo al alcalde de Cádiz, he tenido ocasión de conocerlo, si bien no ha sido para tratar de cuestiones relacionadas con su cargo.

Un grupo de personas que nos reunimos de cuando en cuando para almorzar, por los deseos mayoritarios de los concurrentes quisieron invitar al alcalde para que asistiera a uno de estos almuerzos y este aceptó la invitación.

Allí no se plantearon cuestiones políticas relacionadas con su cargo sino que se quería oír su comentario sobre los temas más importantes de la ciudad. A todos nos pareció un hombre cabal, que no exagera su importancia. En definitiva, nos pareció que era un hombre prudente. Sí se detuvo a contarnos las veces que lo habían llevado ante la Justicia (gestión de los chiringuitos de la playa, izado de la bandera LGTB, etcétera). Fue absuelto en todas las ocasiones.

Ahora, cuando deje la alcaldía quiere volver a la enseñanza, que es su profesión y no me queda más que desearle un feliz retorno. P.D. ya tienen candidato a la Alcaldía.

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